William Randolph Hearst la llamó “La Cuesta Encantada”. Este castillo mansión está situado al pie de las montañas de Santa Lucia, a mitad de camino entre Los Ángeles y San Francisco, California; en una pequeña colina desde donde se aprecia el hermoso paisaje del océano. Sus 137 acres de jardines, sus terrazas y piscinas, sus casas palaciegas para invitados, crean un marco perfecto para la magnífica mansión hispano-morisca, para la Casa Grande.
La Casa Grande
La Cuesta Encantada presenta una ingeniosa mezcla de influencias artísticas y arquitectónicas. El mismo Hearst fue el principal arquitecto del fantástico proyecto, pero debemos también recordar a la Señora Julia Morgan, protegida de la madre de Hearst, y distinguida arquitecta de Berkeley. Hearst empezó la construcción de la mansión en 1.919, poco después de la muerte de su madre. Para su emplazamiento escogió el lugar llamado “Camp Hill”, lugar usado como campamento por la familia durante muchos años. Camp Hill estaba situado en un rancho de 240.000 acres que se extendía sobre unos 85 km en la costa de San Luis Obispo y Monterrey.
Al pequeño puerto de San Simeón llegaban por mar tanto el suministro de acero, hierro y cemento como las obras de arte. Esta últimas eran almacenadas hasta que se les encontraba el lugar apropiado en la mansión de la colina. La Casa del Mar, la Casa del Monte y la Casa del Sol, todas destinadas a invitados, fueron las primeras estructuras terminadas. La mayor es la Casa del Mar, que albergó a la familia Hearst mientras duraba la construcción de la Casa Grande. Consta de tres pisos en sentido descendente, siguiendo el desnivel de la colina. Las tres casas de invitados juntas contienen 46 habitaciones.
El arreglo de los jardines supuso un especial reto al entusiasmo de Hearst. Se construyó un sistema de tuberías para traer agua de fuentes naturales a 8 km de distancia y el desnudo suelo de la colina fue substituido por tierra fértil traída de las zonas bajas. El resultado de ello fue la transformación de la rocosa colina en un jardín de increíble belleza exótica entre las encinas nativas cuidadosamente conservadas.
En perfecta armonía con el conjunto del paisaje encontramos docenas de valiosos objetos de arte. Centenares de pies de muros y balaustradas, necesarios por los desniveles del terreno, sirven de fondo a una profusión de estatuas de mármol, sarcófagos, fuentes, escaleras y terrazas bellamente ornamentadas.
Hay dos piscinas en la propiedad, La de Neptuno, con una capacidad de 1.305.000 litro de agua, que esta ubicada al aire libre; y la otra piscina que sí está cubierta es La Romana con capacidad para unos 757.000 litros de agua. Ambas están provistas de un sistema de depuración, y en épocas pasadas las piletas estaban climatizadas.
Piscina Neptuno
La piscina de Neptuno era la favorita de los invitados de la familia Hearst. Ésta fue construida de cemento armado y revestida de mármol blanco; tiene una longitud de 32 metros y ofrece un magnifico emplazamiento para la fachada del templo greco-romano que se levanta contra el desnivel de la colina. Las estatuas de mármol que se ubican alrededor de la piscina y de la glorieta, parecen flotar en la superficie del agua. Columnas de estilo etrusco en ambos finales de la piscina completan el diseño clásico.
Piscina Romana
La piscina Romana, tan grande que en su cubierta los Hearst construyeron dos pistas de tenis, no es menos impresionante. La estructura de cemento armado está recubierta de brillantes mosaicos venecianos, algunos de ellos de tonalidades doradas ofrecen figuras de contraste. Se cree que estos mosaicos y sus tonalidades, se inspiraron en una visita al mausoleo romano de Galla Placidia en Ravena. Varios artesanos italianos trabajaron en su construcción durante tres años.
Las maravillas de la Cuesta Encantada no son todas de alabastro y mármol. El gusto de los Hearst por lo exótico se reflejo también en la selección de los animales que habitan la colina. La Casa Grande comenzó a construirse en 1.922, como residencia de la familia Hearst. En 1.951 cuando el Sr Hearst murió, todavía estaban sin terminar, pero había aumentado a las proporciones de un castillo. Constaba de 115 habitaciones, incluidos 38 dormitorios, 41 cuartos de baño, 14 salas, una cocina, un cine, un billar, un comedor, una sala de reuniones y otras dependencias.
Hoy en día la Casa Grande es un centro de exhibición de muebles y antigüedades que fueron funcionales y decorativos al mismo tiempo. Tapices góticos y renacentistas, finas tallas de madera, enormes repisas de chimenea de origen francés e italiano, hermosos techos artesonados, una extraordinaria colección de plata, alfombras persas, mosaicos romanos, estatuas de madera, mármol y piedra… Todo ello distribuido en habitaciones especialmente designadas para su mayor lucimiento.
La construcción básica de la mansión es de cemento armado, al igual que todos los edificios de la cima de la colina. La mayor parte del edificio ha sido recubierta de piedra caliza de Utah, a excepción de las alas destinadas al servicio y el ala norte de los invitados que muestran al descubierto la superficie del cemento. Dos torres gemelas, de 37,5 metros de altura, coronan la imponente estructura; ambas torres se inspiraron en las de una catedral española. Todos los materiales tuvieron que ser transportados a la cima de la colina, a unos 468 metros de altura sobre el nivel del mar.
La planta baja la ocupan la sala de reuniones, el billar, el cine, la cocina y los servicios. Los pisos altos los ocupan los dormitorios y las bibliotecas. En el segundo piso encontramos la biblioteca principal, que estaba a disposición de los invitados, y una serie de dormitorios. Medio piso mas abajo está la suite Doge, amueblada y decorada al estilo veneciano y cuya sala posee un balcón con arcos de cuatro lóbulos y una balaustrada, ambos inspirados en los del palacio del Doge en Venecia. La suite personal de Hearst, la suite Gótica, está en el tercer piso y contiene el estudio y la biblioteca de estilo gótico, donde él realizo gran parte de su trabajo. Ocupando ambas torres y conectadas por una sala, la suite Celestial está en el piso mas alto del edificio, dominando las costas del Océano Pacífico.
La Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Cartagena ha organizado un año más, y avalado por el éxito de ediciones anteriores, el ciclo de Recitales Flamencos que se desarrollarán en la plaza de la Marina del pescador barrio de Santa Lucía.
