María Valle, adherida al grupo de Renovadores Cs. Reflexiones publicadas en el cronicaglobal.elespanol.com/

Que no nos hablen de lealtad desde las alturas.

No. Que no nos hablen de lealtad aquellos que han sido un referente, y que han recibido en sus malos momentos el apoyo ciego de muchos que hoy somos calificados de desleales.

Que no nos hablen de lealtad, porque la palabra lealtad significa mucho más que cerrar los ojos a la injusticia, a las hostilidades y a la mezquindad de aquellos que, estando en posición de tomar decisiones, las toman y resultan, una y otra vez, equivocadas y, sin embargo, teniendo la responsabilidad absoluta de los resultados obtenidos, miran para otro lado y continúan llevándonos a todos al precipicio, porque no tienen la grandeza de asumir que no están preparados para esa dirección.

Si hay que hablar de lealtad, se habla, pero desde el corazón de aquellos afiliados que, con toda su ilusión se levantan temprano un domingo, aunque el día esté lluvioso, para colocar una carpa en la plaza de su pueblo arriesgándose a ser señalado, afiliados que intentan aportar sus ideas y que reciben a cambio el menosprecio, y el silencio de sus compañeros, afiliados que después de dejar en muchas ocasiones su tiempo de ocio con la familia, son expulsados del grupo por tener la osadía de ser libre, ¡ojo! ¡de ser libre para exponer su opinión!

Quienes de verdad creemos en la palabra lealtad no cuestionaremos ni quitaremos mérito alguno a quien ha trabajado y trabaja por un proyecto, por unas ideas, a quien sabemos que ha sufrido hostilidades en su propio entorno y por los motivos que fueren, sean o no más o menos interesados, no las ha puesto de manifiesto, aunque ahora nos llame desleales.

Pero si diremos que la lealtad se mide a través del respeto a nuestros propios principios morales, a nuestros compromisos. Y quienes hoy expresamos nuestra discrepancia con la forma de hacer las cosas, es precisamente porque las personas que dirigen nuestro barco ya no son fieles a los principios morales y a los compromisos de un proyecto que nació para ser libre y ostentar esa libertad e igualdad primero entre sus miembros para después poder proyectar, con credibilidad, esos mismos principios hacia el exterior. Quienes expresamos libremente nuestra opinión no podemos ser silenciados en nombre de la palabra “lealtad”, porque el proyecto en el que creemos no se basa en la adhesión sin límites a una persona, ni en mirar hacia otro lado cuando las cosas no van bien, ni tampoco en la descalificación de compañeros aunque no estemos de acuerdo con sus opiniones.

El proyecto en el que creemos no desea enfrentamientos sino aunar e integrar distintas sensibilidades, no desea descalificaciones sino diálogo, no desea echar a nadie sino acoger a quien quiera acercarse. Solo desea libertad, igualdad y unidad, palabras que hemos oído en innumerables ocasiones de bocas que ahora dedican la palabra deslealtad para aquellos que las practican. Y es que estamos justo en el momento en que las palabras libertad e igualdad deben pasar a ser hechos dentro de nuestra propia organización.

Por eso; porque las palabras tienen su importancia, quienes no son capaces de entender la palabra lealtad en la dimensión que un proyecto como Ciudadanos necesita, por favor que no la usen para calificar a quienes ni siquiera la empleamos sino que, simplemente, la practicamos.


Mónica García (Más Madrid) pedirá en la Asamblea de Madrid "reducir el IVA de productos de higiene femenina y su gratuidad para luchar contra la pobreza menstrual".

1- El IVA no es competencia de las CCAA.

2- Gratis no existe.

3- Debería luchar contra su pobreza intelectual.

— Jano García (@janogarcia_) May 30, 2021