El riesgo de accidentes también disminuirá en la incorporación al Puerto de la Cadena ya que se ha extendido el nuevo firme antideslizante
El director general de Carreteras, José Guijarro, visitó hoy el final de las obras de la autovía del Mar Menor, RM-19, donde la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio ha invertido 2.301.440 euros para realizar trabajos de acondicionamiento del firme a lo largo de 20 kilómetros de calzada.
José Guijarro destacó que esta actuación, que coincide con el inicio de la Semana Santa, “incrementará la seguridad vial en la vía más transitada de la Comunidad” y recordó que “además, la Dirección General de Carreteras ha mejorado la incorporación hacia el Puerto de la Cadena con el extendido del nuevo firme antideslizante”.
El director general explicó que esta obra, adjudicada a una Unión Temporal de Empresas de la Región, “forma parte del adelanto de inversiones previsto en el Plan de Dinamización del Gobierno regional” que contribuye a la contratación de obra pública “para -según Guijarro- incentivar la creación de empleo en la Comunidad con el objetivo de paliar los efectos de la crisis económica en nuestra Región”.
Los trabajos han consistido en el refuerzo de la calzada dirección Murcia, además de todos los ramales de aceleración y desaceleración, los pasos superiores e inferiores, las intersecciones y los nueve enlaces existentes con las carreteras de mayor importancia para el tráfico de la zona, como las que van a San José de la Vega o a Torre Pacheco.
Mayor seguridad con el firme antideslizante
El firme antideslizante “se ha colocado en zonas donde se habían producido accidentes, en concreto, en la salida lateral de la calzada donde los vehículos se deslizan debido a la elevada fuerza centrífuga que provoca el exceso de velocidad” explicó Guijarro. Este problema queda solucionado con este nuevo pavimento que, según el director general, “contribuirá a salvar vidas en este y otros tramos de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia”.
El objetivo de esta actuación es reducir la siniestralidad en los puntos negros y zonas de alto riesgo, “lo que se consigue gracias a la alta capacidad de agarre, contribuyendo a reducir los accidentes por deslizamiento hasta en un 70 por ciento, incluso en suelo mojado”, concluyó José Guijarro.