A.I.M.
El Ejecutivo ha hecho suyo la bandera del ataque -en este caso contra el PP- como mejor defensa para escapar del avispero del "Alakrana", pero su estrategia tiene los pies de barro.
Zapatero y De la Vega han seguido idéntica hoja de ruta a la que siguieron tras la liberación del "Playa de Bakio".
"En países del entorno, la oposición siempre se ha puesto del lado del Gobierno". "Lo que hay que analizar es la actitud anómala que ha mantenido la oposición. Lo lógico es que todo el mundo esté detrás del Gobierno en una cuestión como esta (...), como en otros países". Ambas declaraciones son de José Luis Rodríguez Zapatero. Podrían estar sacadas de una misma comparecencia -que sería un poco repetitiva, eso sí-, pero nada más lejos de la realidad. La verdad es que entre ambas median 19 meses: las primeras las realizó tras el final feliz del secuestro del Playa de Bakio, concretamente el 29 de abril de 2008. Las segundas son de este mismo miércoles.
La curiosa coincidencia pone de manifiesto las evidentes similitudes entre la hoja de ruta que siguió el Gobierno entonces y la que ha seguido ahora. La sucesión de hechos ha sido la misma: entonces y ahora, la oposición se mantuvo callada hasta que los marineros estuvieron a salvo; entonces y ahora, nada más conocer la liberación el Ejecutivo dio las gracias al resto de partidos por su comportamiento (el mismo día del rescate del Alakrana, el presidente le agradeció expresamente a Mariano Rajoy su "colaboración"); entonces y ahora, la oposición pasó en ese punto a pedir explicaciones; y entonces y ahora, el Ejecutivo no hizo autocrítica, no aclaró si pagó o no el rescate y acabó defendiéndose atacando a los demás partidos, y sobre todo al PP, por buscar respuestas.
Lo que el miércoles de la semana pasada le dijo María Teresa Fernández de la Vega a Soraya Sáenz de Santamaría fue sólo el aperitivo: "Y si ahora hay que ponerse al lado de los piratas, pues también, porque todo vale, señoría", le recriminó. Una semana después, y en una comparecencia en la que en teoría debía dedicarse a aclarar las lagunas de la gestión del secuestro, la vicepresidenta empleaba buena parte de su intervención en arremeter ferozmente contra el PP: "Están ofreciendo un penoso espectáculo de irresponsabilidad, deslealtad y voracidad electoral"; "usted se empeña en seguir haciendo un penoso espectáculo"; y "abren polémicas interesadas" fueron algunas de las palabras gruesas que la número dos del Ejecutivo les dedicó a los populares. Hasta sacó a colación la guerra de Irak.
Artillería pesada pero pocas explicaciones, como ya informó El Semanal Digital. Remató la jugada el propio Zapatero, que mientras volaba desde Arabia Saudí hasta Grecia -entretanto en el Congreso se estaba celebrando el debate-, mantuvo una larga conversación con los periodistas que iban a bordo. Siguiendo el camino marcado por Fernández de la Vega, el presidente sacó pecho por la gestión del Gobierno -"descoordinación" lo llaman los demás partidos-, evitó entonar el más mínimo mea culpa y echó tierra sobre el PP. A este último respecto, el presidente señaló que convendría evaluar la actuación de los populares y para ello propuso comparar su comportamiento con el mantenido por la oposición en otros países víctimas de secuestros.
Porque si hay algo en lo que este miércoles coincidieron Zapatero, Fernández de la Vega y Carme Chacón fue en intentar hacer creer a la opinión pública que el PP es el único partido en la oposición que ha criticado el comportamiento de su Ejecutivo con respecto a los piratas somalíes. Pero esto no se corresponde exactamente con la realidad, y hay varios ejemplos recientes.
En marzo, en Alemania se libró un profundo debate a cuenta de la conveniencia o no de juzgar en instancias germanas a nueve piratas que la Armada del país había cuando intentaban abordar un buque comercial alemán, el MV Courier. Dos meses después, la oposición alemana criticó duramente al Ejecutivo de Angela Merkel cuando trascendió que se habían pagado 2,75 millones de dólares por el rescate del Hansa Stavanger, cuyos captores fueron los mismos que los del Alakrana.
En Francia, en abril del año pasado, el traslado al país de seis piratas que acababan de abandonar el Le Ponant -un yate secuestrado durante once días- y que fueron detenidos por la Armada gala también generó no poca controversia. Antes, el pago del rescate del Danika White -1,1 millones de euros tras 81 días de cautiverio- por parte de las autoridades danesas también ocupó muchos titulares en la prensa nacional y encendidos debates.
Aun así, el Gobierno de Zapatero seguirá vendiendo que la del PP es la oposición más "irresponsable" de Europa, como cuando el presidente llamaba "antipatriotas" a los populares por avisarle de la gravísima crisis económica que se avecinaba.