Los populares afirman que la número dos del Gobierno es responsable de una conspiración y piden su dimisión
- GEMMAROBLES MADRID
Es poco probable que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se imaginara hace unos días la cantidad de titulares de prensa que iba a regalar en su ya habitual y estival gira por Iberoamérica. Claro que el motivo de tanto revuelo informativo no es su apretada agenda, sino el polémico anuncio que hizo el lunes, desde San José (Costa Rica), al subrayar que la Fiscalía General del Estado se disponía a recurrir el archivo del caso Camps, quizá sin caer en la cuenta de que la institución que dirige Cándido Conde-Pumpido todavía no había hecho pública esa decisión. Tras su desliz, De la Vega se ha convertido en el nuevo objeto de los ataques dialécticos de los conservadores, que la acusan de obviar la separación de poderes y de manipular a su antojo a la justicia.
No supone ninguna novedad en el devenir del caso Gürtel que el PP intente defenderse de los escándalos que llueven sobre su tejado, o busque la cohesión interna, con feroces ataques al adversario. Lo que sí varía es el receptor de los mismos: primero fue el juez Baltasar Garzón; después, el exministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo y, la pasada semana, la estrella fue el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por su hipotética responsabilidad en las filtraciones del sumario. Desde que hizo sus apresuradas declaraciones, De la Vega es el actual objeto de la ira popular.
CRUCE DE DECLARACIONES/
Por eso, fue citada ayer por varios dirigentes del PP que no dudaron en hacer un alto en sus vacaciones para cargar contra la vicepresidenta, reclamar su dimisión o amenazar con denunciar su actitud en el Parlamento Europeo, tal y como hizo el vicesecretario de los conservadores, Esteban González Pons. «Estamos en vísperas de que España asuma la presidencia Europea y no sería bonito que la Cámara de la UE tuviera que acabar condenando el uso que el Gobierno hace de la fiscalía y la policía», espetó. A tener en cuenta: los conservadores son mayoría en Bruselas y Pons ha protagonizado varios encontronazos con De la Vega dado que, en las generales del 2008, ambos fueron número uno por Valencia en las listas de sus respectivos partidos.
También salió a la palestra María Dolores de Cospedal, que fue un paso más allá y mezcló la lucha contra ETA en este vaivén declarativo. «Es la primera vez que un Gobierno usa la fiscalía no para dar instrucciones para perseguir, como tendría que hacer o hizo en otras ocasiones, a ETA, sino para perseguir a la oposición», afirmó la secretaria general del PP.
¿Y cómo lleva De la Vega el asunto? Pues con más prudencia, ya que ayer evitó hacer declaraciones sobre la trama Gürtel o cualquier otro tema, informa Albert Ollés. No obstante, los socialistas, con Leire Pajín a la cabeza, intentaron cubrir a la vicepresidenta y buscar otro punto de atención:
Mientras, el PSPV trabaja en su propio recurso contra el archivo del caso. En su opinión, el fallo del tribunal de Valencia ha podido pervertir el sentido del artículo 426 del Código Penal,
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