Regina Galán junto al monumento a los Reyes Católicos en Granada. | Jesús G. Hinchado
Cuando se subió al tatami y consiguió levantar 40 kilos de peso, la sala abarrotada de hombres enmudeció. Una, dos, tres, cuatro y cinco veces tuvo que levantar el peso Regina Galán. Exactamente la misma prueba física que sus compañeros varones si quería optar a una plaza de bombera en Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).
Las pruebas físicas no quedaron ahí. Tuvo que trepar por una cuerda lisa cinco metros hacia arriba, hacer en 30 segundos el número máximo de elevaciones a pulso en una barra fija, nadar 50 metros en la piscina, correr... Hasta se rapó la cabeza para tener que soportar menos impedimentos en los entrenamientos diarios para situarse al mismo nivel físico de un hombre.
Y lo consiguió. Regina Galán se midió con cientos de hombres, sin hacer pruebas físicas diferenciadas por sexos, que sí se hacen en el Ejército, la Policía Nacional o los cuerpos de bomberos de ayuntamientos y diputaciones.
«Me siento maltratada por la Administración. Hablan de igualdad, pero es mentira», dice Regina
Pese a todos los obstáculos, esta madre superó con éxito todas las pruebas y aprobó las oposiciones convocadas por Aena el 15 de febrero de 2006 para optar a 151 plazas de bombero en los aeropuertos de toda España.
Sin embargo, esta gallega afincada en Granada no consiguió la plaza por la que tan duramente compitió porque Aena se saltó su propia convocatoria y una orden aprobada por el Gobierno en el año 2005 para favorecer la igualdad y no reservó el 5 por ciento de las plazas para mujeres, al tratarse de un cuerpo con «infrarrepresentación de personas de alguno de los dos sexos».
En Aena, los número cantan. Hay 1.324 bomberos y sólo 5 bomberas. De hecho, de las 151 plazas de la convocatoria de Regina, todas fueron ocupadas por hombres. Si se hubiera respetado el cupo, ella hoy tendría su plaza.
Para la aspirante a bombera, los entrenamientos fueron durísimos, pero están resultando mucho más agotadores los casi tres años que lleva llamando a todas las puertas para reclamar lo que ella considera suyo: una plaza de bombera en el aeropuerto de Granada. Desde la dirección de Aena, hasta la Casa Real ha enviado cartas a sindicatos, partidos políticos, la Presidencia del Gobierno, la Vicepresidencia y varios ministerios.
El Ministerio de Igualdad alega que no puede hacer nada porque el caso está en tribunales
«Me siento maltratada por la Administración porque nadie me da una respuesta y tampoco me dan lo que es mío», explica. «Esto que estoy haciendo ahora es mucho más difícil que las pruebas físicas. Te mienten porque a todo el mundo se le llena la boca con la igualdad, pero luego todo es una gran mentira», se queja Regina.
Su caso también está en los tribunales, según adelanta hoy EL MUNDO de Andalucía. Los jueces le dan la razón, pero no del todo. Un juzgado de lo social de Granada falló que Aena había vulnerado el artículo 14 de la Constitución, que establece que los españoles son iguales ante la ley, sin que se pueda discriminar por razones de sexo y el artículo 9.2, que señala a los poderes públicos como responsables de que la igualdad entre sexos sea real.
Fuente:http://www.elmundo.es