- Salt, el KGB, el SVR y el Día X
- El comunismo en imágenes
- El Manifiesto La Granda 2010 y el Estado como guardián de la verdad científica
Posted: 21 Aug 2010 Anoche fui a ver la nueva película de Angelina Jolie en el papel de una espía soviética infiltrada en la CIA. La película me ha gustado, aunque al llegar a casa he sentido un escalofrío al enterarme de que está inspirada en planes reales del KGB revelados en 1991 por Alexander Kouzminov, ex-agente del servicio de espionaje soviético y de su sucesor en la inteligencia exterior, el SVR. Pero como diría Jack el Destripador, vayamos por partes. Sobre la película, sin llegar a la altura de la trilogía de Jason Bourne, se asemeja bastante a lo que podría ser la versión femenina de éste, aunque añadiendo algunas jaimitadas propias de la saga 007. Lo mejor de la película, sin duda, son las trepidantes escenas de acción, pero también me ha gustado el argumento de los agentes soviéticos durmientes en Estados Unidos. Un argumento, por cierto, que da lugar a un final abierto: creo que esto da para una saga y si resulta tan interesante y buena como esta película, valdrá la pena ir al cine a verla. El ‘Día X’ preparado por el KGB Y ahora vayamos de la ficción a la realidad, a la estremecedora realidad. Traduzco lo que comentaba Kouzminov sobre el “Día X” del que se habla en la película (indicando la fecha en la que ultrasecreto ‘Directorio S’ del KGB y después del SVR, encargado de los agentes encubiertos, daría inicio a una ofensiva terrorista contra Occidente) en una entrevista concedida a la California Literary Review el 31 de marzo de 2007: “La fórmula ‘Día X’ en nuestros documentos significaba el inicio de una guerra a gran escala contra Occidente. Nuestro Departamento 12 (conjuntamente con el Departamento 8, – a cargo de la preparación de actos de sabotaje y terrorismo en el territorio del enemigo en un caso de guerra y/o un conflicto militar a gran escala) tendría que participar en esto a través de las llamadas ‘acciones directas’, que son actos clandestinos de sabotaje biológico y el terrorismo contra ‘objetivos potenciales de ataque’ en el territorio del enemigo.”Ilegales: infiltrados del KGB y el SVR en Occidente Los encargados de llevar a cabo estas misiones no eran espías, sino lo que Kouzminov denomina como “ilegales”, personas que pasan desapercibidas y actúan como ciudadanos normales y corrientes a la espera de cumplir su misión. Kouzminov los diferencia del resto de los agentes del SVR: “Mientras los ‘ilegales’ trabajarían en los países objetivos durante 15-20 años, nuestros agentes (los ciudadanos de países objetivos) continuaban trabajando con el SVR toda su vida. En algunas circunstancias es posible utilizar los llamados ‘agentes durmientes’. Un agente durmiente es el que que ha perdido sus capacidades para la inteligencia, pero que es todavía importante para el Directorio S, y con quien los contactos han sido parados, pero pueden ser recordados aún después de un largo período inoperativo.” Este asunto ha estado muy candente en Estados Unidos al ser detenidos once agentes encubiertos del SVR, que se hacían pasar por ciudadanos canadienses y estadounidenses. Sobre todos ellos podrían caer sendas condenas a cinco años de prisión por actuar como agentes de un gobierno extranjero. Nueve de ellos, además, están acusados de sendos delitos de conspiración, lo que les podría acarrear otra condena de 20 años de cárcel. Hace sólo cuatro días la BBC británica comentaba el problema de los “ilegales”, citando declaraciones del director del servicio británico de contraespionaje -el MI5- hasta 2002, Sir Stephen Lander. Según él, hubo una pausa en la inteligencia soviética a comienzo de la década de 1990. “Luego la maquinaria de espionaje se puso en marcha nuevamente y el SVR ha vuelto a sus viejas prácticas con una venganza”. El antiguo mando de la contrainteligencia británica planteaba así la deriva actual de los servicios de espionaje rusos: “Creo que a finales del siglo pasado estaban de vuelta al lugar donde habían estado en la Guerra Fría, en términos numéricos”, cuando en la Embajada de la URSS en Londres trabajaban entre 30 y 35 oficiales del KGB. Artículos relacionados: - False Flags, Ethnic Bombs and Day X. Entrevista al ex-agente ruso Alexander Kouzminov en la California Literary Review (en inglés) - The Dismantling of a Suspected Russian Intelligence Operation, por Fred Burton y Ben West, en Stratfor Global Intelligence (en inglés) - SVR’s Directorate “S” – in charge of “illegals” program in U.S., por Robert Tilford en All Voices (en inglés) - Russia’s intelligence attack: The Anna Chapman danger, por Peter Hennessy y Richard Knight, en BBC News UK (en inglés) |
Posted: 20 Aug 2010 Son muy contadas las veces que uso una entrada breve -y no mi cuenta de Twitter- para recomendar un artículo publicado en otro blog. Hoy lo hago para recomendaros la entrada que ha escrito Fernando Díaz Villanueva en su blog y la galería de fotos titulada “Esto es el comunismo” que FDV ha publicado en Libertad Digital. Advierto que las imágenes son crudas y no aptas para estómagos delicados, pero creo que hay que verlas, aunque sólo sea por saber la verdad y conocer lo que han ocultado durante tantos años tanto la propaganda izquierdista como el vergonzoso silencio de muchos en los países occidentales. Aprovecho para reiterarle a Fernando mi agradecimiento por el trabajo que le habrá llevado recopilar todas las fotos y escribir el texto que acompaña cada una de las atroces imágenes. Me ha parecido un trabajo excelente. |
Posted: 20 Aug 2010 Anteayer diez científicos dieron a conocer el llamado Manifiesto La Granda 2010. En el texto del manifiesto se hace referencia a la implantación de las nuevas tecnologías, para las cuales los firmantes reclaman “la observación estricta de los procesos de avance y el acompañamiento legislativo” que “evite su uso” para la “divulgación de conceptos falsos”. Eso es pedir sin rodeos que se imponga la censura en la red, algo que si ya de por sí es peligroso, resulta directamente de locos en una España en la que desde el gobierno se han lanzado afirmaciones tan anticientíficas como negar la humanidad de un feto humano de 13 semanas o considerar insensato negar el heliocentrismo, una teoría errónea que situaba al Sol en el centro del universo. Esa velada petición de censura me parece aún más preocupante tras leer el punto 5º del citado manifiesto: “Es perentoria la concienciación social de la importancia de un cambio de los actuales mecanismos productivos y de consumo energético para controlar el creciente efecto del hombre en el cambio climático, así como el análisis de las consecuencias del continuado aumento de la población humana.” Me parece muy criticable que se reclame bajo el manto de la objetividad científica un cambio en los mecanismos productivos, algo que corresponde al terreno de las teorías económicas y que, por tanto, entra en el terreno de lo discutible. Más criticable me parece todavía que en el paquete se meta la cuestión del “continuado aumento de la población humana”, uno de los temas a los que recurre con más frecuencia el ecologismo y que ha llevado a no pocos gobiernos a poner en práctica políticas inspiradas en las tesis neomalthusianas, lo cual ya está conduciendo a algunos países occidentales a un auténtico suicidio demográfico cuyas negativas consecuencias sociales y económicas sólo estamos empezando a percibir. Lo que ya me parece el colmo es que para todo esto se ponga como guinda la teoría de la causa humana del cambio climático, después del colosal fraude destapado en 2009, el famoso “Climategate”, que ha revelado las prácticas de persecución y desprestigio contra los científicos escépticos e incluso el borrado, manipulación y destrucción de datos que contradecían las tesis de los partidarios de esa teoría. Unas prácticas dignas de una secta. Que se reclame ahora un “acompañamiento legislativo” para evitar la “divulgación de conceptos falsos” en la red apelando a esa teoría ya es la guinda que nos faltaba por ver. fuente: http://www.outono.net |