La vicepresidenta primera dice que la información revelada por LA GACETA sobre su piso heredado es "mentira". Enfadada, acusa e intenta desacreditar a este diario sin aportar explicación alguna sobre la noticia publicada.
La vicepresidenta no supo dar explicaciones sobre la herencia de un piso que hoy vale 600.000
euros expropiado durante el franquismo. / Efe
Madrid. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, acusó ayer directamente a LA GACETA de difamar y proporcionar información falsa a sus lectores. “No voy a contestar a vuestras falsedades y difamaciones”, espetó la vicepresidenta a éste diario tras pedirle una valoración sobre la información que se publicó en portada el pasado jueves acerca del piso de la madrileña calle Hernani en el que vive.
Fernández de la Vega no ofreció ninguna explicación. Ostensiblemente enfadada, la vicepresidenta primera del Gobierno socialista se limitó a desacreditar a LA GACETA y a insistir en que se trata de “falsedades”.
La vicepresidenta primera no argumentó en ningún momento por qué aquella información era, a su juicio, falsa y difamatoria. Eso sí, subrayó sobre este periódico: “¡Todos los días estais igual!” De este modo, contestaba al periodista de este diario en los pasillos del complejo de La Moncloa, tras la rueda de prensa del primer Consejo de Ministros del año.
Asimismo, tras atender a los medios, la vicepresidenta habló con otro periodista del Grupo Intereconomía, su corresponsal económico Luis Losada, quien le preguntó sobre la noticia del piso heredado de su padre. “Mentirá”, contestó De la Vega sin aportar ningún dato. Losada insistió: "¿Es mentira la expropiación por Franco, la compra de su padre y su herencia?". La vicepresidenta, una vez más, respondió que "todos son mentiras y falsedades. No voy a decir nada".
Su padre, Wenceslao –abogado inspector del Ministerio de Trabajo–, dejó a la vicepresidenta en herencia el piso que se encuentra edificado sobre unos terrenos expropiados durante el franquismo en la década de los sesenta.
Más tarde, el Ayuntamiento de Madrid se los vendió al Patronato de Funcionarios del Ministerio de Trabajo, a quien le compró el piso el padre de la vicepresidenta por algo más de 24.000 euros en 1980. Hoy, tal y como señaló LA GACETA el pasado jueves, su valor de mercado se estima en torno a 600.000 euros. Asimismo, su hermano, también inspector de trabajo, compró otro piso por muy poco más de lo que le costó a su padre. Sin embargo, éste lo vendió en 2002 por 400.000 euros. Cada piso mide 128,40 metros cuadrados.
"Fue un represaliado"
El padre de María Teresa Fernández de la Vega fue un alto funcionario durante el franquismo. Así, durante la dictadura recibió dos condecoraciones: la Medalla de oro al Mérito en el Trabajo y la Gran Cruz del Mérito Civil. Con todo, en agosto del año pasado desde Paraguay, tras ser presentada en un acto público como “hija de un alto funcionario del franquismo”, la vicepresidenta del Gobierno subrayó antes de comenzar su intervención que “para que quede en la historia quiero señalar que mi padre fue un represaliado del franquismo, no un alto funcionario”.
En 1997, tras la muerte de su padre, De la Vega heredó una parte del piso de la madrileña calle Hernani. En 2.000 sucedió lo propio con la que correspondía a su madre.