En realidad, es un poema-apostilla al poema de Pedro Salinas “Si me llamaras”, subido por mi amiga Charo Guarino a la red en Facebook. Siempre me gustó ese poema. Y de corrido me salió esto, muy salinesco, naturalmente, hasta el punto de que, en realidad es un “Apócrifo de Pedro Salinas”. El profesor vivió su amor con la alumna dilecta (*). Y yo estoy seguro que ella se enamoró de él, antes de que el poeta le tirara los tejos. Todos hemos sido profesores de Literatura.
Con la palabra escrita
yo buscaba enamorarte.
Con la palabra hablada
yo buscaba enamorarte.
Con el silencio de voz
yo buscaba enamorarte.
Con las palabras borradas
yo buscaba enamorarte.
Con mis suspiros
yo buscaba enamorarte.
Con mis manos al aire
yo buscaba enamorarte
Con mis gestos y miradas
yo buscaba enamorarte.
Con todo lo que me concierne
yo buscaba enamorarte
sin saber que tú, ni nadie,
no te enamorabas por esas cosas
que te enamorabas,
–como todo el mundo que se enamora–
sin saber que ya habías empezado a enamorarte.
Que el amor no avisa
y ya nos tiene poseídos
cuando advertimos como inicio
lo que no es sino plenitud del ser
del ser que es amado y amante.
Cuando creemos sembrar amor,
si no está ya el amor germinado,
de nada nos vale,
creedlo, de nada nos vale.
No hacemos nacer el amor,
que el amor, el verdadero amor,
nadie advierte que nace.
(*) http://elpais.com/diario/2002/04/07/cultura/1018130401_850215.html
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