MIÉRCOLES, 24 DE FEBRERO DE 2010 07:05
CARLOS PAYA
Zapata fue encarcelado por denunciar las violaciones a los derechos humanos y por atreverse a hablar abiertamente del Proyecto Varela en el parque Central de la Habana. No era un terrorista, ni conspirador, ni usó la violencia. Inicialmente fue condenado a tres años de prisión, pero después en sucesivas provocaciones y maniobras montadas por sus verdugos, fue condenado a más de treinta años de prisión.
Esta última huelga de hambre, Zapata la comenzó en la dantesca prisión de Kilo 8 en Camagüey el 3 de diciembre. Llegó a esa prisión ese mismo día procedente de la Prisión Provincial de Holguín donde el día anterior recibió salvajes golpizas por parte de los guardias. Debido a muchas golpizas anteriores y tratos inhumanos, la salud de Zapata estaba deteriorada.
Con su huelga de hambre, ahora por más de 75 días, Zapata reclamaba un trato mas digno y más humano para el y para todos los prisioneros. La respuesta del Gobierno de Cuba, como siempre, fue la arrogancia y el desprecio, esa arrogancia fatal que también es criminal.
No hemos buscado mártires porque no usamos la muerte del prójimo, pero Zapata, hombre sencillo del pueblo, que ya era un héroe en vida, se dio, a sí mismo, hasta morir por la libertad, los derechos y la dignidad de todos los cubanos.
Denunciamos al gobierno cubano por ser responsable del encarcelamiento injusto y arbitrario y muchos abusos y ultrajes contra Zapata.
Denunciamos a sus verdugos carceleros y a los agentes de todos los cuerpos represivos que ejecutaron con sadismo esta acción lenta pero igualmente criminal.
Denunciamos a los tribunales que tuvieron la inmoralidad de condenarle y nunca la decencia de defenderle como ser humano mientras sufría, como muchos prisioneros un verdadero régimen de tortura psicológica y física.
Denunciamos a todos los que son `protagonistas en los medios de prensa oficiales y oficiosos y sus secuaces en el mundo de la cultura, que con sus repugnantes mentiras y silenciamientos justifican, alientan y hacen posible estos crímenes y el crimen mayor que sufre todo el pueblo cubano.
Denunciamos a todos esos gobiernos y estados que en este continente y en el mundo junto a muchas instituciones y personajes, prefieren la relación armoniosa con la mentira y la opresión a la solidaridad abierta con el pueblo cubano. Todos son cómplices de lo que ocurre y de lo que ocurra.
Denunciamos a todos aquellos que dentro y fuera de Cuba por cobardía, egoísmos y otras miserias, no tienen el pudor de apoyar a los que luchan, sufren y mueren por defender los derechos y la dignidad de todos. Todos esos también mataron a Zapata.
Que el Señor te reciba hermano con la corona de los mártires, porque diste la vida por amor al prójimo. Que Dios consuele a tu madre, Reina Tamayo, que con tanto valor y estoicismo te ha acompañado en todo este sufrimiento.
Orlando Zapata Tamayo, querido hermano: continuaremos la lucha, sin odio, pero determinados, hasta que Cuba sea libre y los cubanos dejen de sufrir esta humillación penosa que es vivir sometidos a la mentira por el miedo.
Orlando Zapata Tamayo, querido hermano, pedimos a Dios por tu alma. Y tu que ya marchas por el reino del amor con la antorcha de los héroes y la palma del martirio, ruega a Dios para que tu pueblo, por el que diste la vida, se despierte y alcance sin violencia y sin odio, pero sin miedo, la libertad y la paz.
Esta última huelga de hambre, Zapata la comenzó en la dantesca prisión de Kilo 8 en Camagüey el 3 de diciembre. Llegó a esa prisión ese mismo día procedente de la Prisión Provincial de Holguín donde el día anterior recibió salvajes golpizas por parte de los guardias. Debido a muchas golpizas anteriores y tratos inhumanos, la salud de Zapata estaba deteriorada.
Con su huelga de hambre, ahora por más de 75 días, Zapata reclamaba un trato mas digno y más humano para el y para todos los prisioneros. La respuesta del Gobierno de Cuba, como siempre, fue la arrogancia y el desprecio, esa arrogancia fatal que también es criminal.
No hemos buscado mártires porque no usamos la muerte del prójimo, pero Zapata, hombre sencillo del pueblo, que ya era un héroe en vida, se dio, a sí mismo, hasta morir por la libertad, los derechos y la dignidad de todos los cubanos.
Denunciamos al gobierno cubano por ser responsable del encarcelamiento injusto y arbitrario y muchos abusos y ultrajes contra Zapata.
Denunciamos a sus verdugos carceleros y a los agentes de todos los cuerpos represivos que ejecutaron con sadismo esta acción lenta pero igualmente criminal.
Denunciamos a los tribunales que tuvieron la inmoralidad de condenarle y nunca la decencia de defenderle como ser humano mientras sufría, como muchos prisioneros un verdadero régimen de tortura psicológica y física.
Denunciamos a todos los que son `protagonistas en los medios de prensa oficiales y oficiosos y sus secuaces en el mundo de la cultura, que con sus repugnantes mentiras y silenciamientos justifican, alientan y hacen posible estos crímenes y el crimen mayor que sufre todo el pueblo cubano.
Denunciamos a todos esos gobiernos y estados que en este continente y en el mundo junto a muchas instituciones y personajes, prefieren la relación armoniosa con la mentira y la opresión a la solidaridad abierta con el pueblo cubano. Todos son cómplices de lo que ocurre y de lo que ocurra.
Denunciamos a todos aquellos que dentro y fuera de Cuba por cobardía, egoísmos y otras miserias, no tienen el pudor de apoyar a los que luchan, sufren y mueren por defender los derechos y la dignidad de todos. Todos esos también mataron a Zapata.
Que el Señor te reciba hermano con la corona de los mártires, porque diste la vida por amor al prójimo. Que Dios consuele a tu madre, Reina Tamayo, que con tanto valor y estoicismo te ha acompañado en todo este sufrimiento.
Orlando Zapata Tamayo, querido hermano: continuaremos la lucha, sin odio, pero determinados, hasta que Cuba sea libre y los cubanos dejen de sufrir esta humillación penosa que es vivir sometidos a la mentira por el miedo.
Orlando Zapata Tamayo, querido hermano, pedimos a Dios por tu alma. Y tu que ya marchas por el reino del amor con la antorcha de los héroes y la palma del martirio, ruega a Dios para que tu pueblo, por el que diste la vida, se despierte y alcance sin violencia y sin odio, pero sin miedo, la libertad y la paz.
Gracias Hermano y Compañero, Orlando Zapata Tamayo ¡Siempre Presente!
Oswaldo José Payá Sardiñas
Movimiento Cristiano Liberación
La Habana, 23 de Febrero de 2010
ORLANDO ZAPATA TAMAYO, MURIÓ EN LA TARDE DE HOY 23 DE FEBRERO DE 2010, DESPUÉS DE SUFRIR MUCHOS ULTRAJES, DESPRECIOS RACISTAS, GOLPIZAS Y ABUSOS POR PARTE DE SUS CARCELEROS Y DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO. ZAPATA FUE ASESINADO, LENTAMENTE, DURANTE MUCHOS DÍAS Y MUCHOS MESES EN TODAS LAS PRISIONES EN LAS que LE CONFINARON.