Dita Von Teese es, sin duda, la mejor embajadora del estilo pin-up. La bailarina es adicta de la estética vintage. Ella misma ha confesado que no tiene estilista y que para crear sus personalísimos looks se inspira en películas y fotografías de los años 30 y 40.
Sus iconos de estilo son Rita Hayworth y Betty Grable, y su ruta de shopping la conforman las tiendas vintage de París y de grandes diseñadores como Gaultier, Moschino, Dior y Marc Jacobs.
También le encanta recorrer los mercadillos de antigüedades para hacerse con alguna que otra joya. En su fondo de armario no faltan los vestidos retro de tejidos brillantes y metalizados, los pumps, los guantes de diva de estilo cincuentero, un cárdigan retro y, por supuesto, un rouge de labios intenso para rematar ese look de diva “burlesque” que completa con impecables ondas al agua y una tez blanquísima.
Dita también es habitual del look lencero. Le encantan los vestidos con detalles en encaje o con puntillas, con los que consigue un look muy sensual. No obstante, es fiel a la máxima que dice que es mejor insinuar que enseñar. “No me siento cómoda cuando no llevo suficiente ropa. Me gusta mantener el misterio”, afirmaba en una entrevista a Vogue.