Buscar en este blog

Números De Teléfonos de Emergencias

Mostrando entradas con la etiqueta Comunicación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Comunicación. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de marzo de 2009

El fracaso de la prensa

por mmeida 4 Marzo 2009

en

El fracaso de la prensa

La prensa ha fracasado. Lo mires como lo mires, lo pongas hacia arriba o hacia abajo, les des mil vueltas o no se las des. Ha perdido capacidad de inmediatez, de credibilidad, de rigor, de calidad informativa y literaria, de complicidad con la ciudadanía, de rentabilidad… Y la culpa no ha sido de Internet, ni de la crisis, ni de la cada vez menor cualificación del periodista, ni del mal llamado ‘intrusismo’, ni de la escasez de papel, ni siquiera de su ya evidente sumisión a los dictados de empresas y partidos… O quizá haya sido todo eso a la vez: el resultado de un modelo empresarial que, como en el caso de la industria de la cultura, no ha sabido y no ha querido adaptarse a los profundos cambios que están marcando el trasvase de milenio.

La industria del periodismo de papel es hoy un barco que naufraga sin rumbo, incapaz de recuperar el liderazgo que hasta hace poco ejercía sobre el conjunto de los medios, de mantener sus niveles de influencia y, aún peor, de sostenerse económicamente ni de garantizar la integridad laboral de aquellos que son materia prima y cimiento de su propuesta: los periodistas.

No pueden decir los ejecutivos, editores, gerentes y directores generales que no estaban avisados. Los síntomas eran evidentes; las advertencias, muy claras; y los derroteros, peligrosos:

En el campo tecnológico, la prensa ha ido siempre a rebufo de la vanguardia. A pesar de que, desde el último cuarto del pasado siglo, la revolución tecnológica era más que evidente, las empresas del sector, imbuidas de una mezcla de racanaería, escasa visión de futuro y ese cierto aroma decimonónico con el que se ha querido identificar, no dieron los pasos convenientes ni en el momento preciso ni de la forma adecuada. La necesidad de un incremento notable de los presupuestos destinados a recursos materiales (la tecnología era el futuro, pero era muy cara) convirtió esta readaptación un mal necesario (no una oportunidad) que se iba toreando en formato de ‘cuando no quede más remedio’.

Al tiempo, en el otro extremo se situaban los ‘visionarios’, aquellos que entendían que la tecnología por sí misma, aislada del factor humano que debe acompañarla para ser efectiva, resultaría la panacea: inversión en ordenadores y reducción drástica de plantillas. Todo esto, además, sin un esfuerzo por la formación y actualización del personal; prescindiendo en la mayor parte de los casos de aquellos elementos capaces de liderar y sostener el cambio y apostando por otros a los que, simplemente, resultaría muy caro despedir o reciclar.

En este estado de cosas, se produce el primer gran pecado del periodismo contemporáneo: la infravaloración del periodista. Para la empresa, especialmente aquellas de reciente creación o con responsables de la generación ‘yuppie’ que sustituían a editores y gerentes involucrados de forma entusiasta con el periodismo (piedras básicas para el exitoso desarrollo del sector durante el siglo XX), los periodistas pasaron de ser ese profesional especializado, formado y no necesariamente en la universidad, al que había que mimar porque era la base de toda la estructura, a ser considerados un mero eslabón más de una cadena de producción. Un eslabón cuya cualificación tenía una importancia relativa porque, imaginaban en su quimera empresarial, daba igual lo que se publicase: había surgido una nueva ‘clase’ capaz de convertir en oro lo que tocara, preparada para encantar al lector y a los clientes con cantos de sirena, de vender un mal producto, de rentabilizar lo mediocre, llamada a solucionar la crisis galopante que comenzaba a atenazar al sector. Se había redescubierto el ‘departamento comercial’ (*).

El modelo estaba claro:

  1. Tecnología, la indispensable
  2. Periodistas, los indispensables
  3. Sueldos periodísticos, lo más ajustados posibles
  4. Formación y actualización, cero
  5. Calidad, depende
  6. Acción comercial, máxima
  7. Sueldos de los responsables comerciales, por las nubes
  8. Relevancia de los directos periodísticos y comerciales, a la par, cuando no superior en el segundo caso
  9. Intromisión comercial en contenidos periodísticos, lo que haga falta
  10. Los periódicos no se venden por el contenido, sino por las promociones
  11. El objetivo no es el lector, son las audiencias (nótese la paradoja)
  12. El periódico es una plataforma donde se incluyen noticias en el lugar que deja libre la publicidad
  13. De esos espacios que quedan libres, una parte importante se debe dedicar a dar cobertura a anunciantes, accionistas y alianzas económicas o políticas estratégicas para el medio
  14. De eso se encargará el núcleo duro (periodistas más o menos contrastados, pero siempre afectos)
  15. El resto lo puede hacer cualquiera

Y no se puede decir que no funcionara. El nuevo ‘boom’ de la prensa trajo consigo una era de vacas gordas que reportó pingües dividendos a las empresas en una fórmula que parecía definitiva. Las nuevas estrategias habían triunfado. El viejo periodismo de calidad había sido superado por el periodismo de consumo. La piedra filosofal.

Sin embargo, muy pocos entre los responsables (no así entre analistas y periodistas sensibilizados) fueron capaces de ver el peligroso cortoplacismo de esa propuesta y cómo la auténtica crisis del sector se iba larvando en el mismo corazón de la euforia:

  • El lector comienza a sentirse estafado
  • Se descuidan las estrategias de adaptación a la vanguardia tecnológica
  • Se descuidan las estrategias de formación y actualización del personal
  • Los sueldos siguen a la baja
  • Los ajustes de plantilla siguen al alza
  • Uso y abuso de los contratos temporales
  • Las ganancias obtenidas no se invierten en las redacciones; en su lugar se apuesta por invertir en grandes sedes, sueldos desorbitantes en las altas esferas y otros dispendios de dudosa efectividad
  • Irrumpe Internet

Irrumpe Internet. Oh. Y los coge a todos con el paso cambiado. De repente, la necesidad de estar al día (y saber usar) las nuevas tecnologías se presenta en toda su crudeza, legiones de lectores comienzan a dejar de consumir promociones acompañadas de periódicos y se pasan a la Red, el concepto de información se tranforma y democratiza, medios nativos digitales logran importantes cuotas de audiencia…

El resto es suficientemente conocido. Ese período de indefinición que ha marcado los últimos 15 o 10 años: el debate entre si hay que estar o no en Internet, primero; sobre cómo hay que estar, segundo; sobre la evidencia de que hay que estar y con todas sus consencuencias, tercero; de si estar significa integrarse con el papel, deslindarse del papel o abandonar el papel, cuarto; y la incipiente sospecha de que es posible que en un futuro a medio plazo, definitivamente, ya no sea posible sostener el negocio del papel.

La tarta publicitaria se divide aún más, los ingresos por publicidad y por venta se reducen, las promociones naufragan… El castillo de naipes se viene abajo, pero los responsables siguen empecinados en sostener el modelo y en recortar precisamente allí de donde único puede llegar la salvación: el capital humano y, en especial, la cualificación, imposible de sostener con una política de despidos sistemáticos, contratos basura y sueldos miserables.

Sólo faltaba la puntilla. Y esa puntilla lleva el nombre de ‘crisis’. Crisis que, como hemos visto, no es en absoluto responsable de la debacle sino la gota que ha colmado el vaso de un modelo empresarial torpe, desatinado y temerario. Y, si me apuran, al menos en este sector, lógica consecuencia de todos esos errores que hemos venido analizando.

Así que la prensa se encuentra atrapada, ahora, en esta coyuntura de crisis financiera internacional, en el fuego de sus propias contradicciones: la imposibilidad de retornar a un periodismo de calidad que pueda competir con Internet y su escasa disposición a liderar la industria de la comunicación en la Red. Un ámbito que ni conocen ni entienden ni controlan, pero que es su única vía de salida. Un ámbito distribuido y democrático en el que los viejos métodos no funcionan, en el que impera la multidireccionalidad del heho comunicativo, la transparencia y la honestidad, la cualificación técnica y periodística (la del nuevo periodista adaptado al medio), en el que nadie paga por promociones ni por contenidos, sino sólo por aquello que aporte un valor añadido, donde las audiencias no son estimadas, sino reales… en fin, en un territorio para el que no están preparados y donde el capital humano vuelve a ser fundamental. Tan fundamental que la mayoría de los medios de mayor éxito y proyección que habitan la Red están integrados y liderados, mire usted por dónde, ¡por los mismos periodistas que fueron y siguen siendo despedidos! Los que sí podían haber coadyuvado a la regeneración del sector. Despedidos, por cierto, por quienes han fracasado estrepitosamente como gestores de la industria de la comunicación.

Aún se está a tiempo de salvar si no al papel, sí al menos la empresa; pero no será, desde luego, despidiendo periodistas (no lo ha sido hasta ahora) y huyendo hacia adelante sin autocrítica ni replanteamiento como se podrá superar la catástrofe. Es preciso un análisis profundo de la realidad y del concepto de periodismo en esta nueva era, y adoptar las decisiones oportunas. Pero, sobre todo, se hace urgente una profunda transformación de la estrategia empresarial. Los recortes y los despidos son, desde luego, la vía más fácil para eludir problemas. Pero para ese viaje no se hace uno empresario ni se precisa ejecutivos formados en las mejores universidades del mundo. A ellos se les exige ideas y medidas acorde con los tiempos, efectivas, sensatas y arriesgadas a la vez. Medidas que sean capaces de abrir el espectro de oportunidades y de certificar la supervivencia de las empresas garantizando no sólo los puestos de trabajo, sino fomentado el reciclaje. En el periodismo del siglo XXI, el capital humano sigue siendo tan fundamental como en el del XIX y el XX: Y ese capital se compone de periodistas y lectores. E incluso de lectores-periodistas o periodistas-lectores, otro nuevo fenómeno y otro nuevo reto de esta era digital. Traicionar este concepto básico es un suicidio para cualquier empresa periodística. Lento, sutil y calmo, si quieren, pero suicidio al fin y al cabo. continuar leyendo +:http://mangasverdes.es

Copyright

©2.007-2.013 Jesús María Durán Aulinas Noticia Legal Exclusión de Garantías, Responsabilidades y Derechos de propiedad del Blog “ABC DE EL MAR MENOR”. 23 de ENERO de 2013 Los derechos de propiedad intelectual e industrial del BLOG “ABC DEL MAR MENOR”, http://www.abcdelmarmenor.blogspot.com/. Incluyendo el nombre, la idea, el diseño, el texto y su organización y estructura (Contenidos) Y su IBSN 40-34-0304-51 pertenecen a Sr. Don Jesús María Durán Aulinas, con DNI Nº 22.314.502V y están protegidos por las leyes y los tratados internacionales sobre propiedad intelectual e industrial. La única finalidad de la existencia y mantenimiento de este Blog, es la de mantener informados en la forma más completa posible sobre todo lo escrito y publicado en Internet preferentemente sobre la zona geográfica del Este de la Región de Murcia, que comprende los municipios de Cartagena, Los Alcázares, Torre Pacheco, San Javier y San Pedro del Pinatar, con noticias locales regionales, nacionales e internacionales así mismo como con fotografías (*) y cualquier otro materia audiovisual, qué sea de utilidad, para el desarrollo del site. También se quiere hacer constar, que el motivo de este Blog es tener informados en un solo punto a los miles de habitantes y visitantes de esta zona geográfica del Mar Menor, la cual tiene admiradores no solo por toda la geografía española si no por el mundo entero. “ABC DEL MAR MENOR” incluye dentro de sus contenidos, siempre enlaces con los sitios pertenecientes y/o gestionados por terceros, con el objeto de facilitar el acceso a la información disponible a través de Internet. El Sr. Don Jesús María Durán Aulinas, no asume ninguna responsabilidad derivada de la existencia de enlaces entre los contenidos de este sitio y contenidos situados fuera del mismo o de cualquier otra mención de contenidos externos a este sitio. Tales enlaces o menciones tienen una finalidad exclusivamente informativa y, en ningún caso, implican el apoyo, aprobación, comercialización o relación alguna entre el Sr. Don Jesús María Durán Aulinas y las personas o entidades autoras y/o gestoras de tales contenidos o titulares de los sitios donde se encuentren. El hecho de que se incluyan enlaces de sitios o servicios externos no implica de ninguna manera la recomendación de Sr. Don Jesús María Durán Aulinas del uso de los mismos, y tampoco supone un aval por parte de Sr. Don Jesús María Durán Aulinas, sobre la calidad, veracidad u honestidad de ellos. En este sentido, Jesús María Durán Aulinas, no se hace responsable en ningún caso ni circunstancia de los daños y perjuicios que pudieran derivarse de un uso fraudulento de sus contenidos. En todos los supuestos, Jesús María Durán Aulinas, excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de cualquier naturaleza derivados directa o indirectamente del uso de la información recogida en este Blog. En cumplimiento de la legislación vigente, los datos obtenidos a partir del correo de este site se utilizaran exclusivamente para finalidades propias de "ABC DEL MAR MENOR" y en ningún caso serán cedidas a terceros. Todas las marcas aquí mencionadas y logos están registrados por sus legítimos propietarios y solamente se emplean en referencia a las mismas y con un fin de cita o comentario, de acuerdo con el articulo 32 LPI. En ningún caso o circunstancia se podrá responsabilizar directamente o indirectamente al propietario ni a los colaboradores del ilícito uso de la información contenida en http://abcdelmarmenor.blogspot.com/. Así mismo tampoco se nos podrá responsabilizar directamente o indirectamente de incorrecto uso o mala interpretación que se haga de la información y servicios incluidos. Igualmente quedara fuera de nuestra responsabilidad el materia al que usted pueda acceder desde nuestros enlaces.Si decides permanecer en http://abcdelmarmenor.blogspot.com/, quiere decir que has leído, comprendido y aceptas las condiciones de esta página. Todo la información y programas aquí recogidos van destinados al efectivo cumplimiento de los derechos recogidos en el artículo 31 RD/1/1996 por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de la Propiedad Intelectual (LPI) en especial referencia al artículo 31.2 LPI, y en concordancia con lo expresado en el artículo 100.2 de esta misma ley. Nos reservamos el derecho de vetar la entrada a cualquier sujeto a nuestra web-site y a su vez se reserva el derecho de prohibir el uso de cualquier programa y/o información, en concordancia con los derechos de autor otorgados por el artículo 14 LPI. (*) La mayoría de las fotografías de este blog están bajadas de Internet y el copyright de ellas es el de sus autores. Si alguno de ellos tiene algún inconveniente, que envíe un correo al administrador del blog, con la dirección web que lo demuestre. Inmediatamente será retirada.