jueves, 01 de diciembre de 2016
El pasado 25 de noviembre, tuvo lugar, tras su participación en los
ejercicios “GRUFLEX-16”, el acto de despedida del patrullero de altura
P-79 “Vencedora”, cuya fecha de inmovilización y posterior baja en la
Armada está fijada para enero de 2017. Participaron en el acto los
patrulleros “Infanta Elena”, “Infanta Cristina”, “Toralla” y
“Formentor”, el buque auxiliar “Las Palmas” y los cazaminas “Duero”,
“Segura”, “Sella” y “Turia”.
El acto fue presidido por el Almirante de Acción Marítima (ALMART),
vicealmirante Manuel de la Puente Mora-Figueroa, a bordo del P-79
“Vencedora” y consistió en un ejercicio de formaciones y un
adiestramiento de vuelo en el que participó un helicóptero de la Sexta
Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, aprovechando la
finalización de las GRUFLEX-16 y el adiestramiento de vuelo previsto
para el resto de las unidades.
Este buque, perteneciente inicialmente a las corbetas de la clase
“Descubierta”, de diseño español, se construyó aprovechando la
experiencia tecnológica de Navantia en la construcción de las corbetas
de clase “João Coutinho” para la Marina portuguesa. Además, con la
construcción de estas corbetas se reforzaba la expansión internacional
de Navantia, al ser el primer buque moderno de combate diseñado en
España que se exportó.
En la Armada Española recibieron el ‘nombre coloquial’ de “Hormigas
Atómicas” dado el extraordinario armamento que portaban para lo limitado
que era su desplazamiento.
Sobre el patrullero P-79 “Vencedora”
El patrullero “Vencedora”, fue construido como corbeta de la clase
“Descubierta” por la Empresa Nacional Bazán en sus astilleros en Ferrol y
entregado a la Armada el 27 de marzo de 1982, fijando su base de
estacionamiento en Cartagena.
En el año 2004, con las obras de transformación, cambia su
denominación y marca de costado de corbeta (F-36), a patrullero de
altura (P-79). Sus bases de estacionamiento han sido Cartagena y Las
Palmas de Gran Canaria.
Como corbeta, la “Vencedora” fue, sin duda, un gran buque, capaz de
realizar las funciones para las que fueron diseñadas como escolta de
convoyes en zonas costeras o restringidas. A pesar de su limitado tamaño
y la falta de helicóptero, participó en la primera Guerra del Golfo
realizando labores de vigilancia del embargo decretado por Naciones
Unidas contra Irak.
Además, ha tomado parte en innumerables maniobras y operaciones
nacionales, de la OTAN y Naciones Unidas, como las operaciones
“ATALANTA” y UNIFIL y despliegues en África, el último en 2015,
demostrando, que pese a una limitada capacidad oceánica, siempre fue un
magnífico buque costero