La casera se ha portado a la altura recompensando el abrigo de mis bracitos llevándome ayer domingo a comer a lo de su hermana.
Linda zona de Providencia -comuna o barrio de lo más hi-jai-pija- con calles tan lindas como la mía -que está en Las Condes- plagadas de verdes y enormes árboles que en esta época son de agradecer por los calorazos que aún no quieren abandonarnos.
Mi buena casera tiene problemas para caminar por tantos años que lleva a cuestas y por un sobrepeso que la ralentiza no obstante es de un coqueto que pa' què.
Me subí a sendas sandalias con piel de víbora -de mentira ya que ecologista soy de corazón-, me enfundé en mis queridos y cómodos jeans o vaqueros descoloridos que en lugar de ser azul celeste se ven casi blancos de tanto lavarlos; una camiseta rojo sangre para levantar el ánimo y algo más en la población, -meneada por los ocho coma ocho grados del señor Richter aquél,- que dejaban a la vista mi voluptuosa humanidad que, producto de tanta emulsión han crecido más de lo deseado y que nadie ha podido disfrutar aún.
Para no ser tan insolente cubrí todo aquello con chaqueta de lino igual color, más discreta que monja de claustro llegamos a casa de nuestros anfitriones domingueros.
Eva, como la primera sobre la faz de la Humanidad e Iván, el Terrible, nos abrazaron con emoción.
Ella cubierta de coloridas ropas, joé, si ésto parece romería a la Virgen con tanto coló'.
Èl, su hijastro, con camiseta musculosa dejando a la vista sus 2ceps y 3ceps, ¿por què las matemáticas aparecen en los brazos de los adoradores de las máquinas de musculación?
Picotéos varios a las 14 horas regados con gùisqui de importación. Recordé mis mejores tiempos en las España's viendo la mesa cubierta de coloridos platos.
Pasamos al comedor Porotos Claros, o como se llamen, que estuvieron riquìsimos regado todo ésto con vino blanco de gran bodega. Apio/palta o aguacate más rúcula con olive oil. Los postres fueron el corolario de senda comilona: marshmallows, helado de piña y patatas dulces/boniatos regados con salsa de arándanos.
Vuelta a la terraza a seguir con el deporte del 'chùpin'.
Entre copa y copa nos quedamos Eva y yo. El Terrible y mi casera cada uno a una habitación siguiendo las últimas news del pillaje vergonzoso de que estaban siendo víctimas algunas ciudades del sur del paìs.
Por suerte Bachelet aún en el poder, atinó, 'A-Tina Turner', le habría aconsejado alguno de sus segundos de a bordo y ella promulgó Toque de Queda a toda esa Región.
No era tiempo de tocarse unos a otros, no; ¡Vàlgame Dios! que a ese tren me subía yo.
Se trataba de que había que tocar trompeta de repliegue a las 21:00 que si no, tós pa' prisión.
Una y otra vez llenamos de gûiscacho las copas y mi anfitriona se emborrachó. En su embriaguez me ofreció financianciamiento para dedicarme a la cocinería a domicilio. Mi casera me desalentó hoy al confirmar que esa generosa oferta no iba a prosperar, así es que siguiera cargando mi Sino de mendicidad, con el que me iría mejor.
Mi hijo preferido ha anunciado en Facebook que está recolectando ropas, medicinas y lo que sea para llevar a la zona sur del país pues irá en ayuda de la gente más desafortunada. Gran chico es mi Rubén.
Hoy es el día D.
Debo cumplir con mi obligación y no sé dónde echar mano. Así las cosas, me pondré en movimiento a ver si oxigeno mi cerebro y encuentro la soluciòn...
Kisses for you, o lo que es lo mismo, ¿cuándo dices que me escribirás?
Ich bin Johanna Badtke Epple, Mitten in dem Ozean... und jetzt was?
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