En esta ocasión, Mariano Rajoy ha sabido reaccionar rápidamente y con contundencia. Ha denunciado ante Europa el propósito de Zapatero, próximo presidente de turno de la Unión, de avalar al dictador de Cuba. En lugar de propiciar que los países europeos exijan al tirano que respete los derechos humanos y propicie la transición a la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero parece dispuesto, al estilo del caudillo bufón Chávez o del sandinista Ortega, apoyar decididamente la tremenda situación cubana.
Después de seis años en el poder, a Zapatero se le deberían haber caído los escapularios ideológicos que colgó de su cuello durante sus años mozos. Pues no. Lo que le pide el cuerpo es abrazarse a Correa, a Evo, a Chávez, a Ortega y a Castro. Difícil digestión la que pretende que haga la Unión Europea. Mariano Rajoy, que pertenece al grupo mayoritario de Parlamento Europeo, está dispuesto a mirar hacia otra parte y apoyar a Zapatero en muchas cosas. Pero no en el aval a la dictadura cubana. Por el contrario, lo que los demócratas europeos deben hacer es presionar al máximo al dictador de aquella desgraciada nación para que se restablezcan las libertades. Zapatero es muy hábil en la maniobra y tratará de cumplir los compromisos contraídos con Castro. No le será fácil doblar el espinazo ideológico de la Europa unida que sabe muy bien en qué consisten las dictaduras comunistas y las dictaduras fascistas, erradicadas hoy del Viejo Continente.
Después de seis años en el poder, a Zapatero se le deberían haber caído los escapularios ideológicos que colgó de su cuello durante sus años mozos. Pues no. Lo que le pide el cuerpo es abrazarse a Correa, a Evo, a Chávez, a Ortega y a Castro. Difícil digestión la que pretende que haga la Unión Europea. Mariano Rajoy, que pertenece al grupo mayoritario de Parlamento Europeo, está dispuesto a mirar hacia otra parte y apoyar a Zapatero en muchas cosas. Pero no en el aval a la dictadura cubana. Por el contrario, lo que los demócratas europeos deben hacer es presionar al máximo al dictador de aquella desgraciada nación para que se restablezcan las libertades. Zapatero es muy hábil en la maniobra y tratará de cumplir los compromisos contraídos con Castro. No le será fácil doblar el espinazo ideológico de la Europa unida que sabe muy bien en qué consisten las dictaduras comunistas y las dictaduras fascistas, erradicadas hoy del Viejo Continente.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
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