Ana I. Martín
Con el viento de cara por la complicada situación por la que atraviesa el Gobierno, el líder del PP ya ha metido en harina a su partido con una ambiciosa agenda de trabajo.
2 de septiembre de 2009
"Listo para la batalla". Así define uno de los miembros del equipo de Rajoy su estado de ánimo tras volver de las vacaciones. A la salida del Comité Ejecutivo Nacional al que estaban convocados este miércoles por la mañana, varios dirigentes populares coincidían en reconocer -sin cámaras ni grabadoras de por medio- que Mariano Rajoy había hecho ante ellos un discurso certero e inteligente. Incluso Manuel Fraga pidió la palabra en el transcurso de la reunión para darle una palmadita en la espalda. El presidente del PP ha vuelto de Galicia con ganas. "Listo para la batalla", resume uno de los miembros de su equipo. Y, sobre todo optimista, como así se lo trasladó a su Comité Ejecutivo: "El PP está bien, pero hay que seguir trabajando para estar mucho mejor". No en vano, se fueron de veraneo con una encuesta del CIS bajo el brazo que por primera vez les situaba por delante del PSOE, aunque nadie en Génova 13 se fía del CIS a pies juntillas. El escenario que se les presenta a los populares y que Rajoy ha analizado con los suyos es óptimo. Con la única mancha del Caso Gürtel, que sigue y seguirá dándoles quebraderos de cabeza. Pero incluso en eso el líder del PP ha ganado este verano una batalla crucial: lo apostó todo a la carta de la inocencia de Francisco Camps y ganó.
"Nunca tuve la más mínima duda", se jactó durante su intervención. Aunque lo cierto es que dudas las tuvieron todos durante los meses de incertidumbre. El PP cree tener el viento a favor para enfrentarse a un Gobierno sobrepasado por la crisis económica que un día promete no subir los impuestos, otro anuncia subidas, otro aprueba una ayuda de 420 euros para los parados, otro se ve obligado a ampliarla por la presión de fuera, otro tiene que doblegarse a las exigencias de ERC para sacar adelante el nuevo modelo de financiación autonómica... "Zapatero se basta para meterse en uno y mil berenjenales. Sólo hace falta que nosotros estemos ahí al acecho para aprovechar las oportunidades", señala un miembro del Comité Ejecutivo Nacional. Y para aprovechar las oportunidades la clave está, como dice Rajoy, en "hacer que se visualice con más claridad nuestra alternativa". De forma machacona si hace falta y desde el primer momento.
Es por eso que el Comité de Dirección ha pergeñado una intensa agenda de combate nada más empezar el curso político. La primera cita pasa el viernes por Valencia, con una cena multitudinaria en la plaza de toros que servirá de enésimo desagravio para Camps. De ahí a Segovia el día 12, a un acto con alcaldes que les dará la ocasión a los populares para recordarle al presidente que, al margen de la financiación autonómica, los ayuntamientos también están muy necesitados. El 19 en Badalona arranca la carrera del PP hacia la meta electoral más inminente: las elecciones autonómicas catalanas. Allí Rajoy apadrinará la puesta de largo de su candidata, Alicia Sánchez Camacho.
Badalona es una plaza donde los populares suelen cosechar buenos resultados, de ahí la elección. En el PP están convencidos de que la sentencia sobre el Estatuto provocará un adelanto electoral, tal vez a la primavera de 2010, por eso han querido darse prisa. Tras los comicios catalanes vendrán los municipales y autonómicos, cuya preparación se ha marcado Rajoy como uno de los dos objetivos primordiales del nuevo curso.
El líder del PP quiere cerrar la lista de candidatos cuanto antes, así que ha convocado a sus presidentes provinciales a un encuentro de dos días el 17 y 18 de septiembre en Córdoba. Tan envalentonados están los populares que se han atrevido incluso a desafiar al PSOE eligiendo uno de los lugares santo y seña de los socialistas para celebrar un acto multitudinario por el empleo y contra la subida de impuestos: el velódromo de Dos Hermanas, donde esperan reunir a 20.000 personas el día 27. El formato del acto y el sitio escogido llevan la firma de Javier Arenas, de quien partió la propuesta. Y ya para completar la agenda del próximo mes y medio han organizado una convención los días 16, 17 y 18 de octubre. El formato está aún muy verde, pero desde la organización estiman contar con unos 2.000 dirigentes.
El lugar elegido es Barcelona, dada la proximidad de las elecciones catalanas. De hecho, a medida que avance el calendario Rajoy se dejará ver bastante por allí. "Queremos demostrar que venimos con las pilas cargadas", asegura otro miembro del Comité. Y el presidente, el primero. Por lo pronto el próximo miércoles tendrá la primera oportunidad en el Congreso para medirse con Zapatero y demostrar quién está más en forma tras el parón de agosto.
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