Partidarios reformistas -más numerosos- coinciden en las calles de Teherán con los simpatizantes del Gobierno y claman contra el régimen pese a las advertencias oficiales
ÁNGELES ESPINOSA / AGENCIAS - Teherán - 18/09/2009
Decenas de miles de iraníes simpatizantes de la oposición han vuelto a tomar las calles de Teherán, esta vez aprovechando la marcha con que cada año se celebra el día de Al Quds o de Jerusalén, un día de recuerdo y solidaridad con los palestinos y contra el Estado hebreo. Partidarios del Gobierno y de la oposición han coincidido en las calles en la manifestación de Al Quds más numerosa que se recuerda. Ha habido enfrentamientos esporádicos entre ambos grupos, fruto de lo cual varias personas han sido detenidas.
El día de Al Quds, el último viernes de Ramadán, es cita anual para los iraníes, que salen a la calle a mostrar su simpatía por los palestinos y su rechazo a Israel. Este año ha sido más multitudinaria que de costumbre porque los partidarios de la oposición han aprovechado para sacar a la calle de nuevo sus protestas, que iniciaron en el mes de junio tras las elecciones presidenciales para denunciar por fraudulenta la victoria del actual presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. Fue y es la mayor contestación al régimen islámico desde su creación en 1979.
Hoy, los partidarios de Musaví, candidato que quedó por detrás del presidente en las elecciones, han vuelto a sacar a la calle el color verde y el signo de la victoria con el que se identifican. "Ni Gaza ni Líbano. La vida por Irán", era el slogan que resumía hoy el espíritu de los opositores, que han logrado eclipsar, al menos en número, a los manifestantes progubernamentales que han gritado contra Israel por el centro de Teherán.
Las autoridades habían advertido a la oposición para que no se produjeran protestas contra el Gobierno en el día de Al Quds, pero los antigubernamentales han sido clara mayoría en las calles y se han escuchado gritos a favor de Musaví y Medí Karrubí, otro de los candidatos derrotados. Los simpatizantes verdes ocupaban la calzada en un tramo de al menos cuatro kilómetros de una de las principales avenidas de la ciudad. Los cláxones verdes también se dejaban oír.
En el bulevar Keshvavrz, dividido por un canal de agua, a un lado se agolpaban los opositores mientras que al otro eran mucho menos numerosos los progubernamentales. No era así cerca de la Universidad de Teherán, donde los líderes políticos y religiosos han oficiado las plegarias. Allí eran más numerosos los conservadores, protegidos por las fuerzas del orden. Su parafernalia -postres con fotos del líder supremo Alí Jamenei, de Jomeini o mapas de Gaza- eran mucho más elaborados que los folios impresos por ordenador de los reformistas.
Las fuerzas del orden han tratado en todo momento que no se mezclaran en ningún punto de la ciudad unos y otros, pero no lo han impedido totalmente. Ha habido choques puntuales, han intervenido las fuerzas del orden y, según diversas agencias, 10 personas han sido detenidas.
"Mentiroso, donde está tú 64%", coreaban los congregados en algunas de las abarrotadas arterias del centro de Teherán en alusión al porcentaje de votos atribuido a Ahmadineyad, ganador en las controvertidas elecciones del pasado 12 de junio. Durante el recorrido los reformistas se han topado con el aspirante presidencial derrotado Mehdi Karrubí, otro líder opositor al régimen. "Valiente te apoyamos", proclamaban los más exaltados que advertían que su detención supondría una "revuelta en Irán".
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