El odio a la Hispanidad de este separatista catalán le lleva a dejar a nuestros indígenas en situación de barbarie
Sábado 14 de marzo de 2009, por ER. Quito
Con una crisis económica galopante en la Madre Patria, y con una región catalana casi en bancarrota, el presidente catalán José Montilla, del socialdemócrata PSOE, pidió austeridad a sus administraciones públicas. Sin embargo, el vicepresidente José Luis Pérez Carod, más conocido como «Josep Lluis Carod Rovira»ERC («Esquerra Republicana de Cataluña», pero no se dejen engañar por lo de «esquerra», se trata de un grupo pequeñoburgués, nacionalista étnico, racista, hispanófobo y procapitalismo del bienestar keynesiano), acaba de aprobar una subvención de casi un millón de dólares estadounidenses, pagadas con impuestos públicos de los españoles residentes en Cataluña, incluídos aquellos catalanes que son y quieren seguir siendo españoles, para diversas entidades indigenistas ecuatorianas. Pero no es dinero para ayuda al desarrollo, ni para la recogida de alimentos ni víveres para nuestros ciudadanos indígenas, ni para la creación de escuelas, hospitales o centros de trabajo y aprendizaje. No, Carod lo envía para promover las lenguas indígenas frente al español. (nombre que ha adoptado este español converso a la derecha extravagante no alineada del nacionalismo fraccionario neofeudalista), presidente de la formación ultranacionalista étnica
Carod es el principal impulsor de Sasiku, un proyecto pagado con dinero público español para fomentar el indigenismo lingüístico en Iberoamérica, que apoya directamente a la Dirección Nacional de Educación Interculturla Bilingüe, creada hace 20 años en el Ecuador a petición de los grupos de presión del lobby indígena (en este caso, la visita fue a la comunidad indígena shuar). La gobernación catalana destina, debido a que los ecuatorianos son la tercera comunidad inmigrante catalana mayoritaria (tras marroquíes y paquistaníes, ambos musulmanes sunnitas), más de 8 millones de dólares al año en la promoción del indigenismo, bajo la cobertura burguesa de los Derechos Humanos, la Tolerancia y la «Solidaridad».
Esta generosa subvención al bilingüismo cierra la visita al Ecuador iniciada por Carod el pasado martes. Se trata del 25 viaje oficial de Carod desde que se inició esta segunda legislatura del tripartito catalán, en la que el dirigente republicano asumió, entre otras, las competencias de la Generalitat en materia de relaciones exteriores.
Carod, que es el máximo representante en el exterior de la región catalana, es el principal impulsor, gracias al Estatuto de Autonomía promovido por la socialdemocracia del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, de numerosas embajadas pagadas con dinero de los contribuyentes residentes en España (incluídos muchos ecuatorianos) en París, Nueva York, Nueva Delhi, Berlín, y otras grandes ciudades del mundo, donde promueve el ultranacionalismo étnico catalanista e hispanófobo. El pasado martes Carod arribó en Ecuador, en lo que es su viaje oficial número 25 fuera de España en lo que va de legislatura catalana (el gobierno catalán español está formado por tres partidos: el Partido Socialista Obrero Español, ERC e Iniciativa por Cataluña, un partido ecologista). La enorme subvención de Carod a las lenguas indígenas tienen un fondo racista innegable: Carod odia a España (se odia a sí mismo) y odia a la Hispanidad, o sea, a todos nosotros, los iberoamericanos. Por ello, promueve las lenguas indígenas no por generosidad histórica o por resarción de pecados pasados, sino para mantener fuera de la civilización y fuera de las posibilidades de la misma a numerosos ciudadanos de diversos países iberoamericanos, de la misma forma en que lo hace el imperialista Instituto Lingüístico de Verano estadounidense, que promueve las lenguas indígenas mediante la publicación de la Biblia en cada una de esas lenguas, en muchos casos inventadas.
Carod, con dinero de los impuestos españoles, es un imperialista colonialista depredador en el sentido más literal de la palabra: aquel que pretende expandir su influencia mediante el mantenimiento o empeoramiento de la forma de vida de los conquistados y sometidos. Para Carod, una Iberoamérica y una España fraccionadas en diversas lenguas indígenas, que sea incapaz de entenderse entre sí gracias al idioma español (hablado por casi 500 millones de personas en todo el mundo), es más fácilmente dominable, debido a la máxima ya antigua «Divide y Vencerás» y más fácilmente explotable. Este Imperialismo Depredador, típico de potencias imperialistas clásicas como Holanda, Francia, Portugal o Inglaterra, entre otras, es el seguido por el gobierno neofeudalista catalán, que así pretende extender su dominio pequeñoburgués allá donde tenga oportunidad.
Carod ha estado promoviendo la «visión catalana del mundo» en México, Ecuador, Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Japón, India, Israel, Francia, Alemania, Reino Unido, Marruecos y Jordania. En realidad, lo que expande es la hispanofobia neofeudalista y racista, que promueve allá donde esté, y con dinero público, el separatismo y el nacionalismo étnico. Carod llegó a asegurar en Ecuador que «cuando muere una lengua muere una visión del mundo», y puso a Cataluña como ejemplo a seguir de convivencia plurilingüística. Cuando los periodistas le preguntaron por la persecución lingüística que el nacionalismo catalán hace del idioma español en Cataluña (se sanciona económicamente a los comercios que rotulan en español, se evade el estudio del español en la escuela incluso en el recreo de los niños, se retiene en «aulas especiales» a los niños inmigrantes hispanoparlantes para que se familiaricen con el ser catalán, se persigue a los inmigrantes iberoamericanos y se les pone trabas para vivir en Cataluña fomentando por contra la inmigración de países musulmanes, se prohíbe escolarizar a los niños de familias hispanoparlantes en su lengua materna, se amenaza y persigue a aquellos catalanes que defienden la Hispanidad en cualquier expresión que ésta tome) dijo que esas eran acusaciones de quienes quieren imponer «un monolingüismo uniformador».
Lo que está claro es que Carod y el nacionalismo catalán son enemigos de la unidad política de Iberoamérica, ya que en nombre de la democracia burguesa tratan de dividirnos para no entendernos y así actuar juntos en pos de la revolución hacia nuestra unidad patriótica intercontinental. Correa debería reflexionar profundamente sobre esta cuestión, ya que esto muestra que el indigenismo es un arma de doble filo que, en manos de colonialistas depredadores como Carod, juega en nuestra contra y sí a su favor colonialista y racista antihispano.
Leido en:http://www.elrevolucionario.org/
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