Maqueta del Monumento a Colon, que el arquitecto José Marín-Baldo,presento en
la feria Universal de Filadelfia de 1876, y por la cual gano una medalla de Oro.
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El arquitecto murciano José Marin-Baldo fue premiado con la distinción de una medalla de Oro en la Exposición del Centenario de Filadelfia de 1876, por proponer un Inmenso Memorial a la honra de Cristóbal Colon. El monumento propuesto nunca se construyo, pero atrajo las miradas de admiración de todos esos personajes que fueron y participaron Exposición del Centenario de Filadelfia. Inicialmente el Memorial se intento construir en la Plaza de Colon de Madrid, pero el coste tan elevado y las grandiosas dimensiones hicieron imposible la construcción en aquellos momentos.
José Marín-Baldo era el arquitecto murciano más renombrado de la época y había
tenido acceso a muchas sociedades de distingo profesional, como fue el caso de
la de
Bellas Artes de San Fernando o el
Ateneo de Madrid. Profesionalmente
estaba adscrito como arquitecto municipal de Almería, pero pasaba gran parte de
su tiempo en Murcia y Madrid. Hay que recordar que era hijo de don
Salvador
Marín Baldo, alcalde de Murcia. Tras trabajar y formarse en París, con
arquitectos del renombre de Nicolle, ganó pronto el afecto de la Corte en la
capital. Buena prueba de ello es que la reina
Isabel II pagó de su bolsillo la
maqueta del monumento a Colón (a escala 1/30 realizado por el reconocido
escultor José Bellver) que luego se perdió desgraciadamente tras la
Exposición
Nacional de Bellas Artes de 1866, donde obtuvo el máximo galardón . Ello fue el
motivo de que al arquitecto murciano (que era también un cualificado pintor y
escultor) realizara 5 acuarelas, en sustitución de la maqueta, que se exhibieron
en
Filadelfia con ocasión de la
Exposición Internacional de 1876. En aquellos
años, el arquitecto Marín Baldo recibió también notables encargos, como el de
colaborar en la reforma interior del
Teatro Real de Madrid en 1879 (junto a los
artistas Sanz y Vals, que harían los techos y el gran telón), asumiendo la
dirección de obra y donde dejó su traza de la gran sala que hoy sigue
vigente.
Es preciso recordar que, pese a su enorme prestigio profesional,
fue rechazado en Cartagena en 1887 como arquitecto municipal, tras la salida del
cargo de Carlos Mancha. Tomás Rico Valarino fue el arquitecto elegido para
cubrir el puesto. La razón de la sorprendente elección fue quizás sólo una,
porque desde el punto de vista profesional no había discusión posible si se
comparaba la talla de ambos candidatos:
José Marín-Baldo era hijo de un alcalde
de Murcia y formaba parte de una de las mejores familias de la capital y Tomás
Rico Valarino era nieto de Tomás Valarino (ascendido a Conde de Santa Lucía por
Alfonso XII por su labor en la creación de la Fábrica de Cristal y Vidrios de
Santa Lucía)...
Posiblemente el arquitecto
Marín Baldo (1), famoso en toda
España por su éxito en
Philadelphia, albergara al solicitar la plaza de
arquitecto municipal en Cartagena el sueño irrealizado de construir su memorial
colombino en la ciudad departamental aprovechando la bonanza de la industria
minera de La Unión en aquellos años. Nos quedaremos con la duda de qué hubiera
pasado en ese hipotético supuesto...
Enlaces de interés:http://mdc.cbuc.cat/cdm/ref/collecti...letsAB/id/2903
http://www.patrimonionacional.es/get.../art172-3.aspx
http://revistas.um.es/analeshc/article/view/90561/87391
Notas al margen:
(1) Nacido el 10-VI-1828 en Murcia, bautizado el 11-VI-1828 en San Bartolomé (José María Bernabé); fallecido el 28-I-1891 en Murcia. Arquitecto Regia de Almería, Madrid y Murcia. Caballero de la Orden de Carlos III, de la de Isabel la Católica y Comendador de la Academia de San Fernando. Condecorado con la medalla de oro en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876, con su monumento a Colón. Casó en marzo de 1848 en San Sebastián de los Reyes (Madrid) con: Victoria
Burgueros
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