El Auditorio y Palacio de Congresos
El Batel se vistió anoche, viernes 8 de febrero, de gala con motivo de
la celebración de la Gran Final del XI Concurso Regional de Chirigotas
de Cartagena. La ocasión lo merecía. Y es que, este ha sido el primer
año que el auditorio municipal acogía este certamen, lo que ha supuesto
un incremento del número de plazas con respecto al Nuevo Teatro Circo,
puesto que de 900 se ha pasado a 1.400 asientos.
Fueron
los últimos en subir al escenario, pero la espera tuvo su recompensa
para Los Paraos, La Chirigota de Beniaján, que se alzaron con el primer
premio de la Gran Final, valorado en 2.400 euros. En torno a las 02,45
horas de la madrugada, el jurado del certamen, previa deliberación, se
dispuso a emitir el fallo. Así, y tras los ganadores, están en el podio
Los Robinsones de la Isla (1.550 euros), Los Singuangos (950 euros), Las
Chochonis (500 euros) y Los Acho Pijo (400 euros), en segundo, tercer,
cuarto y quinto lugar, respectivamente.
Sobre las 20,00
horas daba comienzo la Final, conducida por los periodistas Miguel
Meroño y Silvia Mateo, que fueron presentando a cada una de las cinco
agrupaciones finalistas, de un total de once, que consiguieron llegar a
la Final.
Los Robinsones de la Isla, vestidos para la
ocasión de gitanos, fueron los encargados de romper el hielo al compás
del flamenco y las sevillanas. Antes de enfrentarse al público,
intentaron dejar atrás los nervios y recalcaron que el premio ya lo
habían ganado y que sólo querían disfrutar con la gente.
El
tesoro de Nuestra Señora de Las Mercedes, las vistas del puerto
cartagenero o el regreso de los toros a la televisión pública fueron
algunos de los temas que trataron durante su actuación.
Tras
ellos, unos locos enfermizos ataviados con camisas de fuerza saltaban
al escenario. Era el tiempo de Los Acho Pijo. La ilusión nunca se
pierde, comentaban en bambalinas sus integrantes, para quienes el
pasacalles es lo mejor del Carnaval.
Veinte minutos
restaban en los que la crisis, la mafia china o la Familia Real fueron
los protagonistas de unas letras en las que el humor se abría paso como
es tradicional en estas fiestas.
Los Tontos del
Capullo, o lo que es lo mismo, Los Singuangos, fueron los terceros en
actuar. Defensores del primer puesto de la pasada edición, volvieron a
criticar los recortes en sanidad, aludieron a los escándalos de la
Familia Real o destacaron la figura de la Duquesa de Alba. Además,
también recordaron sus 25 años en las Fiestas del Carnaval.
Sobrepasado
el ecuador de la gala, las luces de El Batel se apagaban, y sólo unas
velas, daban paso a unas viudas, Las Chochonis. Ya en camerinos,
comentaban que era la primera vez que alcanzaban la final y que sólo
querían disfrutar de esta oportunidad. Sus letras rescataron la pérdida
de valores en la sociedad, el problema de la banca o la reapertura del
economato, para acabar con el tema de moda, el Gangnam Style.
Y
por último, La Chirigota de Beniaján, que este año iban de paraos. La
llave inglesa, el alicate, el nivel, la cinta aislante, el metro, el 3
en 1 o el lápiz fueron algunas de las herramientas de este taller que,
como ya manifestaron antes de salir al escenario, sólo querían dejar de
estar paradas.
Los recortes de Rajoy, los desahucios,
las nuevas tecnologías o el pasodoble dedicado a los besos fueron
algunos de los temas que trataron. Siempre buscando la interacción con
el público, lograron sacar sonrisas gracias a su llave inglesa y su
parada en medio de la actuación para el Tea Time o a su peculiar
engrasador.