En Motril del 29/09/2017 al 02/10/2017
Pacto con la Vida
Me propongo hacer un pacto con la vida.
Aquí. Hoy. Ahora. En este anónimo rincón,
sitiado por tinieblas
y esa tiranía procariota de la idea,
donde tembloroso me resguardo
de páramos, tifones y tsunamis,
que, esos atávicos secuaces
regodeándose en el odio
de aquellos ancestros infelices,
esculpen en el polvo de la tierra.
Acaso, estos amantes de vilezas y prejuicios,
seguidores de trending topics o tendencias,
víctimas furibundas
de una tierra claustrofóbica,
desconocen que en el todo o en la nada;
en la profundidad de los sepulcros
o en la oquedad espacial del multiverso,
allí, donde habita el cielo añil y la esperanza,
no habrá espacio para guerras ni fronteras,
ni tampoco para divergencias ideológicas,
ni para el escarnio perpetrado
por vanidosos, etnias, tribus o lenguas.
Y por todo ello, y por esta distancia
en la que yazgo moribundo
y que se alza, como un muro insalvable,
entre tu pecho y mi alma,
imploro hacer un pacto con la vida,
mientras arriba el día de estrecharte en mis latidos,
y vuelvas, así, a curarme mis heridas.
… Y ese trato, que yo me he propuesto realizar,
no consiste en otra cosa
que la vida me permita rescatarte
de ese mundo de la idea en que habita tu memoria.
Tanto necesito el predilecto consuelo de tu tacto,
en esta vigilia donde arrecian las fracturas
de este planeta desquiciado,
que a cambio de este milagro táctil
de rescatarte de entre los informes seres
que habitan en mis sueños,
y permitírseme conferirte tangible forma,
y abrazarte y poblarte
desmesuradamente con mis besos,
yo liberto, del olvido universal,
aquellos versos que la vida me reclama
también en busca de consuelo,
y te escribí con este fuego que me abrasa.
Mas como no podía ser de otro modo,
los susurro con mi temblorosa
voz herida y abatida:
Nuestras cenizas tiritan y se abrazan
bajo esta lluvia inmunda:
¡El odio salpica nuestras sombras!
… Y mientras el mundo a sí se despedaza,
nosotros buscamos,
los rescoldos olvidados, reavivar,
en esa eterna fuente de vida y de perdón…
De modo que fue el somos un seremos, que bordó
anónimos retales
de sueños y recuerdos
en el polvo;
mientras tu luz mi memoria iluminó:
Paso a paso. Beso a beso.
Con sonrisas y perdones y caricias…
Raúl David Pomares Bermúdez.
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