El navío del 620 a. C. hundido en Isla Grosa contiene el mayor cargamento encontrado de colmillos de elefante de la época fenicia. Los restos desvelan nuevos aspectos sobre el comercio marítimo
viernes 30 de julio de 2010
Un barco de especialistas investiga los restos del navío fenicio encontrado en IslaGrosa (San Javier). M. J. Garcerán
MARÍA JOSÉ GARCERÁN Un navío del año 620 antes de Cristo que alberga el mayor cargamento de colmillos de elefante hallado de esa época fenicia, está siendo recuperado por investigadores de 11 países de las aguas de la isla Grosa de San Javier (Murcia).
Tanto Pinedo como el Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, y la alcaldesa de San Javier, Pepa García, pusieron de manifiesto durante la visita que realizaron ayer a la zona donde se investigan los restos del barco, que llevaba un cargamento muy especial. «El barco, de unos 20 metros de eslora aproximadamente, portaba colmillos de elefante con inscripciones, materias primas, estaño y cobre en lingotes y mineral de galena, entre otros materiales".
Los trabajos realizados han permitido documentar la vida a bordo del barco. Así, ahora sabemos que los marineros comían piñones y que iban pescando por el camino. Entre los restos destaca una gran variedad de cerámica fenicia y materiales suntuarios que se encuentran en las necrópolis y tumbas de los príncipes indígenas de la zona mediterránea, como Huelva y Málaga, además de una estatua de gran tamaño, los restos de una cama fenicia para el entrenamiento y un cuchillo de marfil.
El proyecto arqueológico del Bajo de la Campana se inició en el año 2007 por el Institute Nautical of Archaeology (INA) de la Universidad A&M de Texas y el Ministerio de Cultura de España. Está patrocinado por Nacional Geographic y cuenta con la colaboración del ARQUA, Museo de Arqueología Submarina de Cartagena, que se encarga de la limpieza y clasificación de los materiales encontrados. Este año expira el convenio, suscrito por cuatro años, pero sus responsables confían en la renovación.
El yacimiento consta de al menos cuatro barcos hundidos: uno moderno (s.XVII-XVIII), dos romanos (S.I d.C. y II a.C) y el fenicio (s.VII a.C). El equipo de investigación está compuesto por arqueólogos voluntarios de diferentes países, entre los que se encuentran España, Estados Unidos, Grecia, Holanda, Australia, Italia, Francia y Reino Unido.
Por su parte, el delegado del Gobierno y la alcaldesa manifestaron el interés de ambas administraciones por facilitar todo el apoyo posible para que los trabajos se desarrollen con la normalidad prevista, incrementando las medidas de seguridad en la zona a fin de evitar posibles expolios.
Del pecio, hundido a unos 20 metros de profundidad, se han extraído hasta el momento 20 colmillos completos de elefante norteafricano y más de 25 fragmentados, muchos de ellos con inscripciones fenicias, según ha explicado el arqueólogo Juan Pinedo, codirector del proyecto junto al estadounidense Mark E. Polzer.
Los restos encontrados en el barco han sacado a la luz aspectos relacionados con el comercio marítimo que se llevaba a cabo en el Mediterráneo, lo que convierte al yacimiento subacuático Bajo de la Campana en el más importante de la zona. Tanto Pinedo como el Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, y la alcaldesa de San Javier, Pepa García, pusieron de manifiesto durante la visita que realizaron ayer a la zona donde se investigan los restos del barco, que llevaba un cargamento muy especial. «El barco, de unos 20 metros de eslora aproximadamente, portaba colmillos de elefante con inscripciones, materias primas, estaño y cobre en lingotes y mineral de galena, entre otros materiales".
Los trabajos realizados han permitido documentar la vida a bordo del barco. Así, ahora sabemos que los marineros comían piñones y que iban pescando por el camino. Entre los restos destaca una gran variedad de cerámica fenicia y materiales suntuarios que se encuentran en las necrópolis y tumbas de los príncipes indígenas de la zona mediterránea, como Huelva y Málaga, además de una estatua de gran tamaño, los restos de una cama fenicia para el entrenamiento y un cuchillo de marfil.
El proyecto arqueológico del Bajo de la Campana se inició en el año 2007 por el Institute Nautical of Archaeology (INA) de la Universidad A&M de Texas y el Ministerio de Cultura de España. Está patrocinado por Nacional Geographic y cuenta con la colaboración del ARQUA, Museo de Arqueología Submarina de Cartagena, que se encarga de la limpieza y clasificación de los materiales encontrados. Este año expira el convenio, suscrito por cuatro años, pero sus responsables confían en la renovación.
El yacimiento consta de al menos cuatro barcos hundidos: uno moderno (s.XVII-XVIII), dos romanos (S.I d.C. y II a.C) y el fenicio (s.VII a.C). El equipo de investigación está compuesto por arqueólogos voluntarios de diferentes países, entre los que se encuentran España, Estados Unidos, Grecia, Holanda, Australia, Italia, Francia y Reino Unido.
Por su parte, el delegado del Gobierno y la alcaldesa manifestaron el interés de ambas administraciones por facilitar todo el apoyo posible para que los trabajos se desarrollen con la normalidad prevista, incrementando las medidas de seguridad en la zona a fin de evitar posibles expolios.
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