Rubalcaba halla la horma de su zapato y el juego sucio de De la Vega
El PP ha encontrado en una "pareja de hecho" el pulso para sacar de sus casillas al titular del Interior. Aún así, el mayor ardor crispado lo ha vuelto a poner la "vice" levantando ampollas.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, perdió los papeles por los agujeros negros de la crisis del Alakrana. La comparecencia vivía ya sus últimos momentos y la dama de hierro tenía la palabra en lo que parecía el colofón final a su duelo con la portavoz del Grupo Popular, Soraya Saénz de Santamaría. Entonces, cuando pocos lo esperaban, De la Vega le echó encima alPP la hemeroteca.
"Usted no lo recordará pero el 25 de noviembre de 2000, hoy precisamente se cumplen 9 años del suceso, fueron secuestrados en Georgia dos ciudadanos españoles,Antonio Tremiño y Francisco Rodríguez. Desgraciadamente, el secuestro duró más de un año. (…) Las familias se reunieron con el entonces vicepresidente primero y ministro del Interior, el mismísimo Mariano Rajoy. (…) Busque entonces siquiera una crítica del PSOE. Es la diferencia entre ustedes y nosotros", inquirió la vicepresidenta.
La alusión fue recibida como una puñalada en las filas populares y provocó en Saénz de Santamaría hondo malestar. Un disgusto plasmado en esta frase en el típico corrillo de la portavoz: "Espero que la vicepresidenta haya pedido permiso a los aludidos". Uno lo duda. Golpe bajo en toda regla. Es lo que cuadra mejor a la dichosa parrafada de María Teresa Fernández de la Vega, tan barata y gratuita. El resto de la intervención de la "vice", orientada a descifrar el cúmulo de anomalías vividas durante casi 50 días de secuestro, sólo sirvió para hacer como si nada hubiera pasado.
A la postre, De la Vega demostró estar más preparada para el navajeo, la reyerta, el juego sucio y los campos embarrados que para ofrecer respuestas en sede parlamentaria. Ni falta que hace, debieron pensar los socialistas. Con un insensato desprecio del riesgo también viene actuando el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Es lo malo de creerse un Supermán de la política. Antes o después se vuelve en contra. El PP ha hallado en los abusos de Sitel la manera de hincarle el diente y sacarlo de sus casillas.
Ocurre que Rubalcaba tiene delante a una novedosa "pareja de hecho", la formada porEsteban González Pons y Carlos Floriano, dos buenos conocedores de las estrategias de su adversario. El ministro volvió a sacar los pies del tiesto este miércoles en la sesión de control al pedir notarios para hablar con los dos diputados, por lo que debería de una vez pedir disculpas de los populares. Lógico es que González Pons y Floriano vuelvan a la carga una y otra vez contra Rubalcaba y lo sigan presentando como un "okupa" de Interior.
Pues eso, que estamos rodeados de un Gobierno que funciona a golpe de aspavientos.
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