San
Javier 2010- 2016
Mar Menor
¡Ventrículo marino!
Ahora que me encuentro
sentado en tu orilla lastimada,
y, con dolor, contemplo tu agonía.
Ahora que me encuentro, como digo,
aquí sentado frente
a ti, amiga de mi infancia
y hoy templo de mis penas,
sin rubor te confieso
mi secreto:
Jamás te quepa duda,
ventrículo marino,
¡que mi corazón late
al son de tu latido!
¡A ti: virtud humilde de los mares!
¡A ti: salífera virtud de fe,
mi corazón te busca
porque se ha apagado su bramido!
Su bramido de nuevo se ha apagado,
y de nuevo yo a suplicarte vengo,
antes de que te invada
la muerte, y arrase nuestra apatía
con tu salobre vocación de mar…
¡Ventrículo marino!
(Tú que eres la otra mitad del mío).
Te lloro. Te imploro. A ti te ruego.
¡Qué mi corazón revivas, te pido!
Raúl David
Pomares Bermúdez
@2012Pomares
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