Sugule Ali, un cabecilla y portavoz de los piratas, confirmó por medio de un teléfono satélite desde el puerto de Hobyo, en la región central de Somalia, que habían secuestrado el "Alakrana" y que de sus 36 tripulantes 16 son españoles.
"La tripulación española se enfrenta a una fuerte pena porque su Gobierno ha solicitado de la Unión Europea ayuda para mantener la pesquería ilegal en Somalia", recalcó Ali, sin precisar el tipo de pena, aunque en el lenguaje de los piratas se entiende que reclamarán un abultado rescate.
El cabecilla pirata reiteró varias veces que los barcos españoles faenan "ilegalmente en aguas de Somalia" y que el Gobierno español les facilita seguridad para que pesquen.
"Decidimos secuestrar el buque cuando tuvimos información de que España quería proteger la pesca de sus barcos en nuestras aguas", insistió. Preguntado sobre si harían diferencias entre los tripulantes españoles y los de otras nacionalidades del "Alakrana", Ali dijo que habían decidido "imponer penas a los ciudadanos de países que tienen fuerzas en aguas somalíes".
El barco español fue secuestrado en aguas internacionales, a 365 millas de la costa de Somalia, alrededor de las 06.30 hora local (03.30 GMT) del viernes, según dijo Andrew Mwangura, director del Programa de Asistencia Marítima (PAM), con sede en el puerto keniano de Mombasa.
El "Alakrana" es un gran atunero con base en el puerto vizcaíno de Bermeo, en el País Vasco, norte de España, tiene 100 metros de eslora y, además de sus 16 tripulantes de nacionalidad española, lleva ocho indonesios, cuatro ghaneses, tres senegaleses, dos de Costa de Marfil, dos de Madagascar y uno de las islas Seychelles.
En un país donde no hay un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barré, muchos de los piratas, que se agrupan en un conjunto de bandas en la costa central y norte de Somalia, aseguran que son "guardacostas voluntarios".
En esta situación de caos y desgobierno, organizaciones ecologistas han acusado reiteradamente a pesqueros extranjeros de faenar ilegalmente en aguas de Somalia y también a compañías de transporte marítimo de arrojar residuos peligrosos en esas aguas, aprovechando la ausencia de vigilancia y control.
En abril de 2008, el pesquero español "Playa de Bakio", con 26 tripulantes a bordo, estuvo secuestrado una semana por piratas somalíes, que lo liberaron tras el pago de un rescate.
Unidades navales de las armadas de una veintena de países vigilan las aguas del Índico y el golfo de Adén para tratar de prevenir los abordajes de los piratas somalíes. La Unión Europea tiene en la zona de Somalia una misión de seguridad aeronaval denominada "Atalanta", en la que están incluidas unidades españolas.