Más de 800 barcos de la Armada siguen hundidos

Los investigadores se enfrentan a ´50 kilómetros´ de documentación en los archivos de los museos navales

07.01.2013 | 14:38

S. R. En los archivos de la Armada española de los museos navales de Madrid, Cartagena, Ciudad Real, Cádiz o Ferrol la cantidad de documentos no se mide por volúmenes, ni siquiera por kilos, sino por kilómetros. Cuando, a raíz de un acuerdo entre los ministerios de Defensa y Cultura tomado en noviembre de 2011, la Armada se comprometía a poner sus archivos a disposición de la localización e identificación de buques hundidos de cara a unas posibles operaciones de rescate de sus pecios, el equipo liderado por Pilar del Campo Hernán se percató de que se enfrentaba a unos 50 kilómetros de documentación.
Después cuatro meses de trabajo, han salido a relucir los primeros datos del estudio en los cuales se resuelve que, según el período investigado, que  contempla un 20% de la documentación existente, más de 800 barcos de nuestra Armada yacen hundidos en las costas españolas; de ellos, en torno a 100 en la gallega, la segunda de España en número de pecios tras la gaditana. Desde el comienzo de la investigación ha documentado 300 naufragios en el archivo de Cartagena, 44 en el de Ciudad Real y 200 en el de Madrid.

CARTA ENVIADA A LA ATENCIÓN DE JUAN MARTÍNEZ PASTOR‏

Erwin Rommel

De:	Erwin Rommel  (xxxxxxx@xxxxxxl.com)
Enviado:	miércoles, 02 de enero de 2013 23:26:12
Para:	estrugo@periodistas.com

A quién corresponda y tenga "el mando"  en la edición de "El cortijo de don Juan".

Me dirijo a vosotros en correspondencia por la atención que tuvisteis en su día de enviarme uno de vuestros boletines
En fecha de ayer, 1 de enero de 2013, cursé una nueva carta dirigida a Juan Martínez Pastor, Alcalde y presidente del Partido Popular de San Javier. Y como sé de vuestro conocimiento de mis misivas que os llegan, quiero corresponderos y enviaros un extracto de ella que considero que será de vuestro total interés y que "no dudo" que será publicada en su totalidad en vuestro próximo boletín. Si os pediría, por favor, que cuando me plagiéis al menos mencionarais la fuente.
Espero que sea de vuestro total agrado y conformidad.

Atentamente,

Rommel
______________________________________________________
Antes de continuar amigo Juan, me gustaría desde aquí dedicarle un “tributo”  al colectivo de la Policía Local.
Este “tributo”, en concreto, va dedicado solamente a una parte de esos miembros de la Policía Local de San Javier, y que con total reconocimiento merecen ser destacados y dignos de que sean citadas sus identidades: 

1. 1.      Gustavo López Alarcón
2. 2.      Román Vidal Conesa
3. 3.      Francisco Javier Asensio Garrido
4. 4.      J. Antonio Mirete Parra
5. 5.      Raúl López Fernández
6. 6.      Emilio Peñalver González
7. 7.      Miguel Alfaraz Durán
8. 8.      Pedro García Gómez  
9. 9.      María Eugenia Sánchez Zapata
10. 10. Emilio Pérez Albaladejo
11. 11. Juan José Barrionuevo Ros
12. 12. José Sánchez Lorca
13. 13. José Manuel Espinar Miranda
14. 14. Antonio Saura Saura
15. 15. José Carmelo Romero Pardo
16. 16. Santiago Páez Gil
17. 17. José Ignacio García Gallego
18. 18. Juan Molina Cánovas
19. 19. Carlos F. Lucas Martínez
20. 20. José Javier Martí Nicolás
21. 21. David Almagro García
22. 22. Isaac Martínez Villena
23. 23. Francisco Angosto Soto
24. 24. Guillermo Moñino Frutos
25. 25. Antonio Álvarez Neira
26. 26. Ricardo Nicolás Muñoz
27. 27. Francisco Javier Albaladejo Jiménez
28. 28. Mónica Gómez Moreno
29. 29. José Ángel Martínez Talavera
30. 30. Gonzalo Igualada González
31. 31. Miguel Ángel Oliva Campos
32. 32. Sergio Murcia Orenes
33. 33. José Manuel Navarro Carrillo
34. 34. Rubén Escámez Martínez
35. 35. José Luis Sanmartín Padilla
36. 36. Antonio Guardiola Villa
37. 37. Víctor Pérez Jiménez
38. 38. Mariano Martínez Escudero
39. 39. Moisés Haro Maldonado

He aquí a 39 “valientes”. Y estos son los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas” que con total “arrojo, valentía y riesgo para sus vidas”  protagonizaron un verdadero “acto heroico”  la tarde del 5 de enero pasado al “huir” de la invasión y feroz ataque de los Reyes Magos y de sus peligrosas huestes armadas hasta los dientes y, que ante tan voraz ataque, en defensa de vuestra integridad física, no tuvisteis más remedio que denunciar a vuestro “oficial al mando” por haberos enviado a tan peligrosa misión.
Ante todo quiero expresar todo mi respeto y cariño a los miembros de la Policía Local de San Javier. Pero a vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, quiero deciros, sin entrar en las razones y motivos que os llevaron a actuar de forma tan lamentablemente cobarde, al menos para mí, que la legitimidad  de cualquier protesta se pierde con el empleo de la fuerza o la coacción, y que por mucha razón que os asistiera habían otros muchos medios y formas de canalizar vuestra protesta, pero nunca derivando vuestras iras y haciéndoselo pagar al ciudadano de San Javier. Porque al ciudadano es a quien en verdad traicionasteis y perjudicasteis al dejarlos solos y desprotegidos y es, a ellos, a los ciudadanos, a quien en realidad os debéis. Esa noche el ciudadano se sintió traicionado por vosotros,  los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, y ni imagináis los comentarios nada cariñosos que vertieron hacia su policía. Y para más “INRI”, en días posteriores, especialmente el día de San Blas, seguisteis descargando vuestras iras contra el ciudadano denunciando indiscriminadamente sus coches en un día que era una fiesta grande y la convertisteis para algunos en un amargo día. Seguramente pensasteis que de sus bolsillos se os podría pagar lo que según vosotros se os había “robado”. Mal concepto e interpretación tenéis de la palabra “crisis” y que afecta a todos y no solo a vosotros, porque todos hemos perdido algo.
Vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, si pretendisteis con vuestra acción rodar una película con grandes dosis de suspense, como la magnífica película de Alfred Hitchcock “39 escalones”, lo que rodasteis fue  la peor película de vuestra vida profesional.
Vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, con vuestro comportamiento para con el resto de vuestros compañeros, al igual que en Afganistán es considerado el número 39, sois el número maldito y de la mala suerte para el resto del colectivo.
Y lo más preocupante, vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, como el Itrio, un elemento químico de la Tabla Periódica con el número atómico39, sois “muy peligrosos en el ambiente de trabajo”.
Muchos de vosotros, de los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, unos por falta de vocación profesional, otros frustrados porque no dieron la talla para entrar en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, otros por servilismo y otros porque les “pone” el uniforme, os habéis dejado manipular, jalear y arengar por aquellos que dicen que os defienden, que viven de vosotros y a vuestra costa, los llamados “Los Señores Liberados”, pertenecientes a “Los Sindicatos del Crimen Organizado”, quienes fueron los que os embaucaron en tan alta hazañaza y que os prepararon el mismo escrito de denuncia voluntaria que todos firmasteis como meros “toros mansos”. Y encima habéis servido a los intereses particulares de la oposición política.
Menos mal que ahí, esa noche de vuestra gloriosa hazaña estaba la Guardia Civil, para que como es habitual apartar a los “niños” para que los “hombres” de verdad hicieran el trabajo. En mi opinión, con todo mi respeto para el resto de compañeros de la Policía Local, con gente como vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, os falta mucho, muchísimo, para que os ganéis la profesionalidad, prestigio, respeto y simpatía con que goza la Guardia Civil.
Con vuestra actitud y comportamiento habéis faltado a vuestro juramento que en su día hicisteis como Policías al no actuar con integridad ni dignidad, ni en vuestra actuación profesional al no respetar los principios de jerarquía ni subordinación y, lo más grave, olvidando que vuestra dedicación profesional estando de servicio o no, en defensa de la Ley y de la seguridad ciudadana, os exige una total dedicación en defensa de los ciudadanos a quienes tenéis la obligación de procurarles auxilio y protección. Esa noche de vuestra gloriosa hazaña, vosotros los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, dejasteis totalmente desprotegidos a los ciudadanos de San Javier
Y ahora dejadme que os pregunte a los 39. ¿Qué hubiera pasado si esa noche se hubiera producido una situación grave con riesgo para los ciudadanos que hubieran requerido vuestra presencia e intervención policial? ¿Dónde estaríais vosotros? ¿También hubierais denunciado a vuestro “oficial al mando” por intervenir en esa situación de necesidad extrema? En mi opinión, y en la de muchos ciudadanos, creo que vuestro concejal jefe, “El Capitán Alartriste”, actuó correctamente ante vuestra deserción y abandono del servicio. Seguramente la actuación de este, “El Capitán Alartriste”, hasta ahora políticamente hablando, sea la única decisión y actuación correcta que haya realizado en el ejercicio de sus funciones. Tal vez merezca por todo ello un ascenso a “Comandante Alartriste”.
Y por último y para terminar con vosotros, los 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, después de enterarme por la prensa de que vuestras heroicas denuncias interpuestas no han prosperado, porque Tráfico os ha “enmendado la plana”, no solo a vosotros si no también a “Los Señores Liberados”, al demostrar con vuestra ignorancia de las normas de circulación que ni tan siquiera las sabéis y mucho menos denunciar. Quiero desde aquí proponer a la Academia de Policía para que os ponga como ejemplo en la formación de los futuros policías de las cualidades que nunca debe reunir un buen policía.
Animo 39 “valientes cobardes mercenarios apátridas”, que ya os queda muy poco para el próximo 5 de enero.
“De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero” (Benjamín Franklin)
Y a ti número 2, “El Capitán Alartriste”, decirte, tú que presumes de ello, que todo buen oficial nunca exigiría a sus hombres nada que él no pudiera realizar ni mucho menos cumplir, porque un buen oficial siempre será un ejemplo a seguir por sus hombres. Tú debiste renunciar en la misma proporción económica que a tus hombres les obligabas a renunciar. Te aseguro que te habrías ganado el respeto de tus hombres.
"Para un buen general, la muerte no tiene importancia." (Tito Livio)

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