Mientras la tensión crece entre los partidarios del líder de la oposición, Mir Husein Musavi, y los del recién elegido presidente, Mahmud Ahmadineyad, el segundo órgano de poder en Irán se muestra dispuesto a un nuevo recuento de los votos, después de que Musavi denunciara fraude electoral en los comicios realizados el pasado sábado.
Según el portavoz del Consejo, Abbas Ali Kadkhodaï, citado por la agencia oficial Irna, el órgano, máxima autoridad en cuestiones electorales, está listo para el recuento, pero sólo "los que estén sujetos a objeciones". Es decir, los que hayan sido puestos en duda por su legalidad y validez.
"Es posible que haya algunos cambios en los resultados después de que realizamos el nuevo recuento", explicó Kadkhodaï. Además, de demostrarse la ilegalidad del recuento, los candidatos podrían impugnar los, hasta el momento, resultados oficiales que le dieron la victoria por una amplia mayoría a Ahmadineyad.
El anuncio se produce horas después de que la violencia se recrudeciera con la muerte de siete personas durante las manifestaciones de apoyo a Musavi de este lunes. Miles de personas de la denominada 'marea verde' llenaron las calles de la capital iraní en protesta por lo que consideran un fraude electoral y contra el Gobierno de Ahmadineyad al que califican de golpista.
El principal candidato de la oposición, que se declaró vencedor tras el cierre de los colegios, denunció ante el Consejo de Guardianes que tanto el ministerio de Interior como "uno de los candidatos, influyeron en el resultado".
La tensión crece
A la espera de cuál será la reacción tanto de la oposición como del Gobierno al anuncio del Consejo de Guardianes, nuevas protestas se preparan para hoy. Este lunes fue la oposición la que salió a las calles para reclamar un nuevo recuento. Esta vez han sido los partidarios de Ahmadineyad los que han decidido mostrar su apoyo al presidente saliendo a las calles.
Según ha informado la agencia Irna, los partidarios gubernamentales se manifestarán a las 16.00 horas, tan sólo 60 minutos después de que comience la protesta convocada por la 'marea verde', lo que hace pensar en un posible recrudecimiento de la violencia.
La aplastante victoria de Ahmadineyad por el 62% de los votos frente al 34% de Musavi supuso una sorpresa para muchos y fue el desencadenante de las protestas que desde hace cuatro días mantienen paralizado el país. Musavi goza del apoyo de la mayoría de los jóvenes, que representan el 60% de la población, por lo que la sombra del fraude electoral cubrió las elecciones prácticamente desde el primer momento.
Son precisamente los jóvenes los que han iniciado el movimiento de protestas diarias en Teherán. Descontentos con la situación económica del país y la tasa de desempleo que alcanza ya el 30% de la población ven a Musavi como el candidato necesario para sacar al país del pozo en el que se encuentra. Para ellos Ahmadineyad es "un dictador", "un tirano".