La retirada unilateral de las tropas españolas de Kosovo ha suscitado un aluvión de críticas entre los aliados de la OTAN, empezando por Estados Unidos, donde el Departamento de Estado ha hecho pública su «profunda decepción y sorpresa» con el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Poco antes del primer encuentro con Barack Obama, previsto para el próximo día 2 en el marco del G-20, el Ejecutivo socialista ha provocado ya un conflicto diplomático con la nueva administración con la que esperaba mantener unas relaciones privilegiadas. Por su parte, los aliados europeos llegaron a hablar de un gesto «impresentable» durante la cena de ministros de Asuntos Exteriores en el último consejo europeo. España, por su parte, mostró su respeto por las opiniones de EE.UU., si bien pidió lo mismo de sus aliados.
Ni el fondo ni la forma
La Casa Blanca se declaró «sorprendida y profundamente decepcionada». No ha gustado nada la decisión en sí ni cómo se ha dado a conocer. Por lo menos en la Administración Obama nadie llevaba un año enterado de las intenciones de Zapatero. «Nos advirtieron justo antes de anunciarlo públicamente», afirmó ayer el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood. «Si se acuerdan ustedes», añadió Wood a los periodistas que asistían a su conferencia de prensa diaria, «en 1999 los aliados de la OTAN acordamos un principio: entramos juntos y salimos juntos».
A última hora de ayer, el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, mantuvo una reunión con James Jones, asesor de Seguridad Nacional de Obama. La cita, que ya estaba prevista, fue aprovechada para hablar de la retirada de Kosovo. Según León, Washington aceptó las explicaciones y le transmitió una actitud «positiva» a las explicaciones del Gobierno español, rebajando el duro comunicado anterior de Washington. Sin embargo, no habrá una postura oficial de rectificación.
La expresión de malestar de Wood -hasta en tres ocasiones se declaró «profundamente decepcionado»- se produce cuando Washington y Madrid iniciaban el deshielo que siguió, precisamente, a la abrupta retirada española de Irak. Tras los primeros contactos entre Hillary Rodham Clinton y Miguel Ángel Moratinos y el soberbio empuje diplomático dado por las recientes visitas a EE.UU. de los Reyes y los Príncipes de Asturias, se esperaban con gran expectación las próximas citas internacionales en las que coincidirán Obama y Zapatero: la reunión del G-20 en Londres, el 60 Aniversario de la OTAN en Bruselas y la Alianza de las Civilizaciones en Estambul. leer + >>>>>>>>>>>>>
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