El circo mediático organizado por la ONG Proactiva Open Arms, empeñandose en desembarcar su buque “Open Arms” en un puerto italiano, se debe a un motivo que la ONG se niega a reconocer.
La Capitanía Marítima de Barcelona advirtió en enero al buque que ponía en riesgo la seguridad de la gente de a bordo
Para descubrir ese motivo basta con tirar de hemeroteca. El pasado mes de enero,
la Capitanía Marítima de Barcelona bloqueó la salida del buque del puerto de dicha ciudad. Según detalló entonces el diario
El País, en el despacho firmado por dicha Capitanía se detallaba
“una larga lista de incumplimientos de convenios internacionales” por parte del buque “Open Arms”. Concretamente, el comunicado indicaba:
“En la última operación de salvamento se vulneró lo indicado respecto a la obligación de desembarcar a los náufragos en un puerto seguro lo más cercano posible“.
La Dirección de la Marina Mercante advirtió al buque sobre dedicarse a hacer rescates
El 16 de junio,
el “Open Arms” arribaba al puerto de Nápoles. Diez días después zarpaba de nuevo, anunciando
“6 meses después, ponemos rumbo a la frontera más mortífera del planeta”. Al ser un buque con pabellón español, el “Open Arms” navega con patente de navegación española (
Real Decreto 1027/1989, de 28 de julio). Por ello, y ante el posible incumplimiento de la prohibición dictada por la Capitanía Marítima de Barcelona de realizar misiones de búsqueda y rescate, el 27 de junio,
la Dirección General de la Marina Mercante remitió una comunicación al capitán buque(
que se puede leer completa aquí) recordándole lo siguiente:
“Todas las navegaciones que pretenda realizar el buque quedan supeditadas a las permitidas por los certificados del buque, su clasificación y finalidad”. Marina Mercante también señalaba:
“No se podrán realizar operaciones de búsqueda y salvamento, en tanto no se cuente con la conformidad de la autoridad responsable de la región de búsqueda y salvamento (zona SAR) donde se navegue, y siempre bajo la coordinación de dicha autoridad”. Y añadía:
“Las operaciones de salvamento que sean de carácter espontáneo u ocasional con motivo de la navegación normal del buque estarán sujetas al cumplimiento de lo dispuesto en la normativa internacional o nacional sobre el salvamento marítimo”, que obliga al desembarco de los rescatados en el puerto seguro más cercano posible. El quinto párrafo del comunicado señalaba:
“El buque está sujeto a las normas españolas de policía de la navegación, con independencia de lugar donde se encuentre, de conformidad con el artículo 5.1 de la Ley 14/2014, de 24 de julio, de Navegación Marítima, y a los efectos previstos en el artículo 100 de la misma Ley sobre la paralización del buque porque no se cumpla con la normativa de seguridad. Esto es, al buque le podrá ser ordenado su regreso a puerto español para hacer efectiva la paralización si persiste en la conducta de acometer operaciones de búsqueda y salvamento sin dar cumplimiento a lo exigido normativamente”.
Marina Mercante advertía al capitán del “Open Arms”, así mismo, que las “infracciones contra la seguridad marítima o la ordenación del tráfico marítimo, pudiendo sancionarse cada una de ellas con multas de hasta 901.000 euros o 300.000 euros, respectivamente”.
La ONG negó que fuese a hacer rescates horas después de participar en tres
La ONG contestó a Marina Mercante con un comunicado desafiante el 4 de julio (ver PDF). Eso sí, el documento adjuntaba un escrito del abogado de la ONG
afirmando que la acusación de Marina Mercante de que tenía conocimiento de que el buque tenía la pretensión de retomar los rescates “carece de todo fundamento”. Así mismo, señalaba que la ONG y el capitán del buque “
son plenamente conscientes de que todas las navegaciones del buque están supeditadas a las permitidas por los certificados del buque, su clasificación y finalidad”, y que
“dedica todos sus esfuezos a labores de observación y vigilancia, sin estar implicado en ninguna operación de ‘búsqueda y salvamento’, ni por propia iniciativa, ni bajo las autoridades responsables de las regiones SAR por las que navega. El comunicado era una grandísima tomadura de pelo:
ese mismo día la ONG anunciaba su participación en tres rescates cerca de Libia entre el domingo 30 de junio y el jueves 4 de julio.
La ONG reconoce ahora que es un buque viejo: tiene 45 años
Éste es el motivo por el que
la ONG rechazó dirigirse a un puerto español en el día de ayer. Pero lo más indignante fue la excusa de la ONG:
“No aceptamos España. No podemos poner en peligro la seguridad y la integridad física de los inmigrantes y de la tripulación“. Eso sería coherente si lo hubiesen dicho antes, puesto que en enero ya se sabía -como he señalado- que
sólo podía navegar con un máximo de 18 tripulantes, y que no podría llevar a cabo rescates, ya que esas
operaciones “comprometen la seguridad intrínseca del buque, de la tripulación y de las personas auxiliadas”.Ayer mismo, Óscar Camps, el fundador de Open Arms, declaraba al diario El País que
el buque “tiene 45 años” y que “el Ministerio de Fomento inmovilizó durante meses porque dijo que no garantizaba la seguridad del pasaje”. Y a pesar de ello la ONG se dirigió a las costas libias para realizar rescates, sabiendo que su buque no estaba certificado para ello y que, en caso de haber encontrado a personas rescatadas,
debería haberlas llevado al puerto seguro más cercano, es decir, Túnez, y no pasearlas hasta Italia con la ya indisimulada intención de presionar a su Gobierno.
El ‘Open Arms’ podría ser inmovilizado y multado y su capitán perdería la licencia
Si llega a un puerto español,
lo más seguro es que ese buque sea inmovilizado y multado, y su capitán posiblemente pierda la licencia. Hoy La Moncloa ha publicado un comunicado en el que anuncia que el Buque de Acción Marítima “Audaz” de la Armada Española zarpará desde Rota hasta la isla italiana de Lampedusa, donde
“se hará cargo de las personas acogidas en el Open Arms y procederá al acompañamiento de la embarcación de la ONG Proactiva Open Arms hasta el puerto de Palma, en Mallorca”. Lo primero es posible, pero lo segundo está por ver. De momento,
la ONG no ha anunciado que acepte este plan. Sabe que si su buque es conducido a España se va a enfrentar a serios problemas legales, entre otras cosas, por
comprometer la seguridad de su tripulación, de las personas rescatadas y del buque a sabiendas de que lo hacía.
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Foto: Efe.
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