Publicado el 31/5/2014
El presidente avanza que el Gobierno aprobará un plan de empleo antes
del verano y datos "desconocidos" en el mes de mayo.
La calle Falcón, hacia principios de los años 60 — |
Kiosko de prensa de "Librería- Dos Hermanos-Papelería" cerca de la Ciudad del Aire, en la foto "Pepe Durán" el dueño y creador, en Santiago de la Ribera |
La Ribera desde "Villa Teresa", foto de "Librería- Dos Hermanos-Papelería" y de JM Durán Aulinas, |
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Muchas de estas modernas fotografías y muchas mas podréis verlas tambien en "Panoramio"
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En 1876, Alejandro Graham Bell patentó el teléfono aunque tal y como aprobó en el año 2002 el Congreso de los Estado Unidos, el verdadero inventor del teléfono fue Antonio Meucci, (el cual lo llamó teletrófono) éste lo había inventado en 1871 pero por dificultades económicas, solo había presentado una breve descripción de su invento pero había formalizado la patente.
Antonio Meucci
Antonio Santi Giuseppe Meucci, nacido en Florencia el 13 de abril de 1808 y muerto el 18 de octubre de 1889 en Nueva York, fue el inventor del teléfono (él lo bautizó como teletrófono), entre otras innovaciones técnicas.
Antonio Meucci Nacimiento 13 de abril de 1808
Florencia, ItaliaFallecimiento 18 de octubre de 1889
Staten IslandResidencia Estados Unidos de América Nacionalidad Italia Campo Electromagnetismo, aparatos de comunicación Conocido por Invención del teléfono
Desarrolló un teléfono neumático (precursor de su teletrófono) que hoy todavía se utiliza en el Teatro della Pergola de Florencia y que luego perfeccionó en el teatro Tacón de La Habana. Creó un nuevo sistema de galvanizado, un sistema de filtros para la depuración del agua e introdujo el uso de la parafina en la fabricación de velas. También desarrolló un sistema de electroshocks terapeúticos que administraba en La Habana.
Estudió ingeniería química e ingeniería industrial en la Academia de Bellas Artes de Florencia. Encarcelado alrededor de 1833-1834 por participar en el movimiento de liberación italiano. Se casó el 7 de agosto de 1834 con Ester Mochi. Luego fue acusado de participar en una conspiración del Movimiento de Unificación Italiana y fue encarcelado tres meses.
En octubre de 1835 Meucci y su esposa dejaron Florencia para nunca regresar. Emigraron al continente americano, parando primero en Cuba donde Meucci aceptó un trabajo en el Gran Teatro de Tacón en La Habana. Luego en 1850, Meucci y su esposa emigraron a los Estados Unidos, y llegaron a Clifton (en Staten Island, cerca de la ciudad de Nueva York) donde Meucci vivió el resto de su vida.
En su nuevo hogar, Meucci fue siempre respetado como un prohombre de la comunidad italiana de Nueva York. Había levantado una fábrica de velas y acogía a cualquier italiano que necesitara un empujón. Garibaldi pasó por casa de Meucci durante su periplo americano.
Alrededor del año 1854 Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina con su dormitorio ubicado en el segundo piso, debido al reumatismo de su esposa. Sin embargo carecía del dinero suficiente para patentar su invento, por lo que lo presentó a una empresa que no solo no le prestó atención, sino que tampoco le devolvió los materiales. Al parecer, y esto no está probado, dichos materiales cayeron en manos de Alexander Graham Bell quien se sirvió de ellos para desarrollar su teléfono, que presentó como propio. El 11 de junio de 2002 el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269 por la que reconoció que el inventor del teléfono había sido Meucci y no Alexander Graham Bell.
Bell cuenta con otros inventos como la balanza de inducción, un prototipo de pulmón de acero para la respiración artificial, el fotófono, el radiófono y el grafófono, pero no el teletrófono, del que, sin embargo, fue el mayor beneficiario.
Meucci contra Bell
En 1860 Meucci saca a la luz su invento. En una demostración pública, la voz de un cantante es reproducida a una considerable distancia. La prensa italiana de Nueva York publica una descripción del invento y un tal Sr. Bendelari se lleva a Italia un prototipo y documentación para producirlo allí, pero no se vuelve a saber de él, como tampoco se materializa ninguna de las ofertas que surgen tras la demostración.
Meucci, en una situación económica precaria, se ve obligado a vender los derechos de sus otros inventos para sostenerse y a duras penas puede ir pagando los gastos de la patente del teléfono. Un accidente, la explosión del vapor Westfield, del que sale con severas quemaduras, obliga a su esposa a vender los trabajos de Antonio a un prestamista por 6 $. Cuando, una vez repuesto, vuelve para recuperarlos la casa de empeño dice haberlos vendido a un hombre joven al que nunca se pudo identificar.
Meucci trabaja intensamente en la reconstrucción de su mayor invento, consciente de que alguien puede robarle la patente, pero incapaz de reunir los 250 $ que cuesta la patente definitiva, tiene que conformarse con un trámite preliminar de presentación de documentación que registra el 28 de diciembre de 1871 y que puede permitirse renovar sólo en 1872 y 1873.
En cuanto tiene el acuse de recibo de Patentes, vuelve a empeñarse en demostrar el potencial de su invento. Para ello, ofrece una demostración del telégrafo parlante a un empresario llamado Edward B. Grant, vicepresidente de una filial de la Western Union Telegraph Company. Cada vez que Meucci trataba de avanzar, se le decía que no había hueco para su demostración, así que a los dos años, Meucci pidió que le devolvieran su material, a lo que le contestaron que se había perdido.
En 1876, Alexander Graham Bell registró una patente que realmente no describe el teléfono pero lo refiere como tal. Cuando Meucci se enteró, pidió a su abogado que reclamara ante la oficina de patentes de los Estados Unidos en Washington, algo que nunca sucedió. Sin embargo, un amigo que tenía contactos en Washington, se enteró de que toda la documentación referente al telégrafo parlante registrada por Meucci se había perdido. Una investigación posterior puso en evidencia un delito de prevaricación por parte de algunos empleados de la oficina de patentes con la compañía de Bell. En un litigio posterior entre Bell y Western Union, afloró que existía un acuerdo por el cual Bell pagaría a la Western Union un 20% de los beneficios derivados de la comercialización de su invento durante 17 años.
En el proceso legal de 1886, tuvo que lidiar, incluso contra sus propios abogados, presionados por el poderoso Bell, pero Meucci supo hacer entender al juez que no cabía duda en cuanto a la autoría del invento registrado. A pesar de la declaración pública del entonces Secretario de Estado: “existen suficientes pruebas para dar prioridad a Meucci en la invención del teléfono". A pesar de que el gobierno de Estados Unidos. inició acciones legales por fraude contra la patente de Bell, el proceso fue embarrancado en el arenal de los recursos por los abogados de Bell, hasta cerrarse a la muerte de Meucci en 1896.
El 11 de junio de 2002, el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los EE.UU. publica la Resolución Nº269 por la que se honra la vida y el trabajo de inventor italoamericano. En la misma se reconoce que fue mas bien Meucci antes que Graham Bell quien puede haber sido el inventor del teléfono. Reconoce además que demostró y publicó su invento en 1860 y concluye con un reconocimiento a su realización en dicha invención.
Autoría de su invención
Ya en el año 1854, el inventor francés Charles Bourseul planteó en una revista ilustrada de la época la posibilidad de utilizar vibraciones causadas por la voz sobre un disco flexible o diafragma, con el fin de activar y desactivar un circuito eléctrico y producir unas vibraciones similares en un diafragma situado en un lugar remoto, que reproduciría las vibraciones originales.
Algunos años más tarde, el físico y profesor alemán Johan Philipp Reis inventó un instrumento que transmitía notas musicales a distancia, utilizando la electricidad, pero éste no era capaz de reproducir la voz humana.
Alrededor del año 1857 Antonio Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina con su dormitorio, ubicado en el segundo piso, debido al reumatismo de su esposa. Sin embargo carecía del dinero suficiente para patentar su invento, por lo que lo presentó a una empresa que no le prestó atención, pero que, tampoco le devolvió los materiales. Al parecer, y esto no está probado, estos materiales cayeron en manos de Alexander Graham Bell, que se sirvió de ellos para desarrollar su teléfono y lo presentó como propio.
En 1876, tras haber descubierto que para transmitir voz humana sólo se podía utilizar una corriente continua, el inventor estadounidense de origen escocés Alexander Graham Bell construyó y patentó unas horas antes que su compatriota Elisha Gray el primer teléfono capaz de transmitir y recibir voz humana con toda su calidad y timbre. Tampoco se debe dejar de lado a Thomas Alva Edison, que introdujo notables mejoras en el sistema, entre las que se encuentra el micrófono de gránulos de carbón.
El 11 de junio de 2002 el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269, por la que reconoció que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci y no Alexander Graham Bell. En la resolución, aprobada por unanimidad, los representantes estadounidenses estiman que "la vida y obra de Antonio Meucci debe ser reconocida legalmente, y que su trabajo en la invención del teléfono debe ser admitida". Según el texto de esta resolución, Antonio Meucci instaló un dispositivo rudimentario de telecomunicaciones entre el sótano de su casa de Staten Island (Nueva York) y la habitación de su mujer, en la primera planta.
Resumen:
1854 - Bourseul (Charles) planteó en una revista ilustrada de la época la posibilidad de utilizar vibraciones causadas por la voz sobre un disco flexible o diafragma, con el fin de activar y desactivar un circuito eléctrico y producir unas vibraciones similares en un diafragma situado en un lugar remoto, que reproduciría las vibraciones originales.
1855 - Meucci (Antonio) construyó un teléfono para conectar su oficina con su dormitorio ubicado en el segundo piso, debido al reumatismo de su esposa.
1860 - Meucci saca a la luz su invento. En una demostración pública, la voz de un cantante es reproducida a una considerable distancia.
1861 - Meucci sufre un accidente, la explosión del vapor Westfield, del que sale con severas quemaduras, obliga a su esposa a vender los trabajos de Antonio a un prestamista por 6$ (en NY). Cuando, una vez repuesto, vuelve para recuperarlos la casa de empeño dice haberlos vendido a un hombre joven al que nunca se pudo identificar.
1861 / 1870 Meucci trabaja intensamente en la reconstrucción de su mayor invento.
1869 - Gray (Elisha) se asocia a Barton (Enos) y forma una compañia que le provee a Western Union Telegraph Company (WUTC).
1870 - Barton es contratado por Western Union Telegraph Company para examinar y testear nuevos productos.
1871 / 1873 - Meucci incapaz de reunir los $250 que cuesta la patente definitiva, tiene que conformarse con un trámite preliminar de presentación de documentación que registra el 28 de diciembre de 1871 y que puede permitirse renovar sólo en 1872 y 1873.
1873 - Meucci ofrece una demostración del telégrafo parlante a un empresario llamado Edward B. Grant, vicepresidente de una filial de la Western Union Telegraph Company. Cada vez que Meucci trataba de avanzar, se le decía que no había hueco para su demostración.
1874 - Gray hizo la primera demostración pública de su invento, el teléfono, y funcionó perfectamente (un par de años después de que Meucci presentara su invento en WUTC, donde trabajaba su ex amigo y socio Barton).
1875 - Meucci pidió que le devolvieran su material, a lo que le contestaron que se había perdido (el mismo laboratorio de WUTC en donde Bell condujo sus experimentos).
1876 - Gray el 14 de febrero de 1876 presentó la solicitud de su invento pero sólo dos horas antes un tal Alexander Graham Bell había presentado la solicitud de patente para su invento.
La patente de Bell todavía era discutible porque habían rumores de que Bell tenía un confidente en la oficina de patentes el cual le avisó con antelación de que debido al caso particular sucedido se iban a comparar las dos patentes para desechar la peor y más costosa de las dos. Se dice que Bell tuvo acceso a comparar la patente de Gray con la suya propia y después de esto añadió una nota al margen escrita a mano en la que proponía un diseño alternativo al suyo que era idéntico al de Gray.
Bell (Alexander Graham) en 1876 registró entonces una patente que realmente no describe el teléfono pero lo refiere como tal. (posteriormente afloró que existía un acuerdo por el cual Bell pagaría a la WUTC un 20% de los beneficios derivados de la comercialización de su invento durante 17 años).
Evolución del teléfono y su utilización
Desde su concepción original se han ido introduciendo mejoras sucesivas, tanto en el propio aparato telefónico como en los métodos y sistemas de explotación de la red.
En lo que se refiere al propio aparato telefónico, se pueden señalar varias cosas:
En cuanto a los métodos y sistemas de explotación de la red telefónica, se pueden señalar:
- La introducción del micrófono de carbón, que aumentaba de forma considerable la potencia emitida, y por tanto el alcance máximo de la comunicación.
- El dispositivo antilocal Luink, para evitar la perturbación en la audición causada por el ruido ambiente del local donde está instalado el teléfono.
- La marcación por pulsos mediante el denominado disco de marcar.
- La marcación por tonos multifrecuencia.
- La introducción del micrófono de electret o electret, micrófono de condensador, prácticamente usado en todos los aparatos modernos, que mejora de forma considerable la calidad del sonido.
- La telefonía fija o convencional, que es aquella que hace referencia a las líneas y equipos que se encargan de la comunicación entre terminales telefónicos no portables, y generalmente enlazados entre ellos o con la central por medio de conductores metálicos.
- La central telefónica de conmutación manual para la interconexión mediante la intervención de un operador/a de distintos teléfonos, creando de esta forma un primer modelo de red.
- La introducción de las centrales telefónicas de conmutación automática, constituidas mediante dispositivos electromecánicos, de las que han existido, y en algunos casos aún existen, diversos sistemas (sistema de conmutación rotary, conmutador de barras cruzadas y otros más complejos).
- Las centrales de conmutación automática electromecánicas, pero controladas por computadora.
- Las centrales digitales de conmutación automática totalmente electrónicas y controladas por ordenador, la práctica totalidad de las actuales, que permiten multitud de servicios complementarios al propio establecimiento de la comunicación (los denominados servicios de valor añadido).
- La introducción de la Red Digital de Servicios Integrados (RDSI) y las técnicas DSL o de banda ancha (ADSL, HDSL, etc,), que permiten la transmisión de datos a más alta velocidad.
- La telefonía móvil o celular, que posibilita la transmisión inalámbrica de voz y datos, pudiendo ser estos a alta velocidad en los nuevos equipos de tercera generación.
Existen casos particulares, en telefonía fija, en los que la conexión con la central se hace por medios radioeléctricos, como es el caso de la telefonía rural mediante acceso celular, en la que se utiliza parte de la infraestructura de telefonía móvil para facilitar servicio telefónico a zonas de difícil acceso para las líneas convencionales de hilo de cobre. No obstante, estas líneas a todos los efectos se consideran como de telefonía fija.
Funcionamiento
Un teléfono está formado por dos circuitos que funcionan juntos: el circuito de conversación, que es la parte analógica, y el circuito de marcación, que se encarga de la marcación y llamada. Tanto las señales de voz como las de marcación y llamada (señalización), así como la alimentación, comparten el mismo par de hilos; a esto a veces se le llama "señalización dentro de la banda (de voz)".
La impedancia característica de la línea es 600Ω. Lo más llamativo es que las señales procedentes del teléfono hacia la central y las que se dirigen a él desde ella viajan por esa misma línea de sólo 2 hilos. Para poder combinar en una misma línea dos señales (ondas electromagnéticas) que viajen en sentidos opuestos y para luego poder separarlas se utiliza un dispositivo llamado transformador híbrido o bobina híbrida, que no es más que un acoplador de potencia (duplexor).
Circuito de conversación
El circuito de conversación consiste de cuatro componentes principales: la bobina híbrida, el auricular, el micrófono de carbón y una impedancia de 600Ω para equilibrar la híbrida. Estos componentes se conectan según el circuito de la figura 1. La señal que se origina en el micrófono se reparte a partes iguales entre L1 y L2. La primera va a la línea y la segunda se pierde en la carga, pero L1 y L2 inducen corrientes iguales y de sentido contrario en L3, que se cancelan entre sí, evitando que la señal del micrófono alcance el auricular.
La señal que viene por la línea recorre L1, que induce una corriente igual en L2, de modo que por el micrófono no circula señal. Sin embargo, tanto L1 como L2 inducen en L3 la corriente que se lleva al auricular. El circuito de conversación real es algo más complejo: añade un varistor a la entrada, para mantener la polarización del micrófono a un nivel constante, independientemente de lo lejos que esté la central local, y conecta el auricular a la impedancia de carga, para que el usuario tenga una pequeña realimentación y pueda oír lo que dice. Sin ella, tendería a elevar mucho la voz.
Circuito de marcación
Finalmente, el circuito de marcación mecánico, formado por el disco, que, cuando retrocede, acciona un interruptor el número de veces que corresponde al dígito. El cero tiene 10 pulsos. El timbre va conectado a la línea a través del "gancho", que es un conmutador que se acciona al descolgar. Una tensión alterna de 75 V en la línea hace sonar el timbre.
Marcación por tonos
Como la línea alimenta el micrófono a 48 V, esta tensión se puede utilizar para alimentar, también, circuitos electrónicos. Uno de ellos es el marcador por tonos. Tiene lugar mediante un teclado que contiene los dígitos y alguna tecla más (* y #), cuya pulsación produce el envío de dos tonos simultáneos para cada pulsación. Estos circuitos podían ser tanto bipolares (I²L, normalmente) como CMOS, y añadían nuevas prestaciones, como repetición del último número (redial) o memorias para marcación rápida, pulsando una sola tecla.
Timbre
El timbre electromecánico, que se basa en un electroimán que acciona un badajo que golpea la campana a la frecuencia de la corriente de llamada (20 Hz), se ha visto sustituido por generadores de llamada electrónicos, que, igual que el timbre electromecánico, funcionan con la tensión de llamada (75 V de corriente alterna). Suelen incorporar un oscilador de periodo en torno a 0,5 s, que conmuta la salida entre dos tonos producidos por otro oscilador. El circuito va conectado a un pequeño altavoz piezoeléctrico. Resulta curioso que se busquen tonos agradables para sustituir la estridencia del timbre electromecánico, cuando éste había sido elegido precisamente por ser muy molesto y obligar así al usuario a atender la llamada gracias al timbre.