Publicado el 17/12/2012
Según el horario y el plan previsto, el Submarino Peral recalaba el sábado sobre las 11 de la mañana en el antiguo Taller de Calderería del Arsenal Militar de Cartagena: unas instalaciones anexas al Museo Naval, que será a partir de ahora su nueva sede expositiva.
Antes tendrán que realizarse, hasta septiembre de 2013, las necesarias tareas de restauración de su casco y estructura, que obligaron a su traslado desde el muelle de Alfonso XII, donde se encontraba al aire libre.
Las maniobras para el traslado se iniciaron sobre las siete de la mañana, con la instalación de una grúa de 250 toneladas, que a las nueve de la mañana conseguía izar el prototipo y ponerlo sobre una góndola de transporte.
A pesar de la fina lluvia con que amaneció, decenas de cartageneros madrugaron para presenciar un nuevo acontecimiento histórico en la vida del submarino, que desde construcción y botadura en 1888, ha tenido diversas vicisitudes: ya que arrumbado durante cuarenta, el sumergible fue carne de desguace en el gaditano Arsenal de la Carraca, hasta que en 1929, el almirante Mateo García de los Reyes, primer comandante del arma submarina española, logró recuperar el casco y remolcarlo por mar a Cartagena, instalándose en 1930 en tierra frente a la Base de Submarinos, tras retocarse su obra viva.
El 1 de diciembre de 1965, a petición del Ayuntamiento de Cartagena, pasó a constituirse en monumento popular en la plaza de los Héroes de Cavite, donde permaneció hasta el año 1991, en que fue cedido temporalmente al Pabellón de la Región de Murcia en la Exposición Universal de Sevilla 1992.
Tras su regreso a finales de 1992, fue colocado nuevamente en las inmediaciones de los Héroes de Cavite.
Las obras de remodelación del muelle y la apertura de la ciudad al mar, propició en agosto de 2002 el traslado del Submarino a su actual emplazamiento, entre el Museo de Arqueología Subacuática y la Cámara de Comercio.
El transporte del Submarino hasta su nueva ubicación en el Museo Naval se inició minutos antes de las diez de la mañana. Lentamente y seguido constantemente de ciudadanos, el prototipo de Peral recorrió en 15 minutos, los casi 500 metros de distancia que le separan de su nuevo emplazamiento.
Tras introducirse milimétrica mente por una de las puertas de acceso del antiguo taller, dos grúas lo sacaron de la góndola y lo depositaron en una cama especial donde será puesto a punto para su nueva exposición a cubierto y donde podrá ser contemplado en el exterior a través de cristales.
La mudanza fue escoltada por agentes de la Policía Local, Policía Naval y Policía Portuaria. Por parte del Armada y el Ayuntamiento, la evolución fue seguida de cerca por el Almirante jefe del Arsenal de Cartagena, Rafael Zumalacárregui, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Mariano García.
También estuvieron presentes miembros de las fundaciones Juanelo Turriano e ISEN han que son las encargadas costear la operación tanto del transporte del sumergible como su rehabilitación, a cargo del arquitecto José Manuel Chacón.
Por parte de la familia del inventor cartagenero estuvo su bisnieto, Javier San Mateo Isaac-Peral, quien se mostró satisfecho con su nueva ubicación, al garantizar la conservación del primer prototipo de "submarino torpedero del mundo"
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