jueves, 9 de diciembre de 2010

Nephilim: Hambre de Fe

Según la página de estadística de este blog, desde primeros de Junio, he tenido 26.000 visitantes, en números redondos. No sé si son muchos o pocos. No me importa. No voy por ahí. He metido en ese tiempo unas cincuenta entradas. Pues bien, y aquí viene la razón última de este post: una sola de esas páginas ha tenido 16.000 de esas 26.000 visitas. Las restantes 10.000 se las reparten entre las que escribí en ese tiempo y las 100 restantes que ya había escrito antes de entrar en vigor la estadística. Es decir, en números redondos, dos de cada tres visitantes lo han  sido de esa única página. La siguiente no llega a 900 visitas.
Y cuál es esa página, se preguntarán... Pues una en la que hablo de los Nephilim, los gigantes bíblicos. (http://oficiodescribir.blogspot.com/2010/02/nephilimrestos-arqueologicos-de.html) . Recibí, de manos absolutamente fiables en lo científico, unas fotos de tumbas de seres humanos de 5 m de altura, con sus esqueletos bien visibles. Y me preguntaba  por qué  la Ciencia no decía algo al respecto, bien para desmentir (hoy existen programas de retoque de fotografía absolutamente maestros), bien para ratificarlo.
Eso era todo. Pero la palabra Nephilim obró la magia. La corroboración de un dato bíblico por la Arqueología era el dato que muchos esperaban, para ver unidos el Cielo y la Tierra. Yo interpreto este dato de la hipercuriosidad por mi post sobre el tema por el hambre de fe, como digo en el título. Lo explico. 
La Ciencia ha ido relegando, a lo largo de la Historia, a su lugar debido a la Fe. Descubrimos que la Tierra no era el centro del Universo, que las epidemias no eran castigos por nuestros pecados, que la mujer es igual al varón en inteligencia y capacidad, que existe la Evolución de las Especies, etcétera. Y la Fe se iba arrugando y arrugando, reduciéndose a su ámbito estrictamente religioso. Y se asumía que nada que no sea comprobable, existe. La Ciencia inoculó su razón de ser a la Fe: la prueba. Y los seres humanos buscaron y buscan pruebas de que la Fe tiene evidencia. Pero la Fe no juega con esas reglas. Los Creyentes no saben: creen. El verdadero Creyente no busca pruebas que evidencien su Fe. Pero los Creyentes inoculados por la prueba de la razón positiva sí buscan evidencia. Este supuesto hallazgo de los Nephilim podría ser una prueba. Y de ahí el interés por mi post en este blog. ¡Por fin, un algo que mostrar a los "razonantes" científicos! : esqueletos de gigantes, como dice la Biblia. Si es así, es que la Biblia es Historia, y no leyenda... En todo caso, una gran victoria sobre la arrogante Ciencia razonante.
Esa es la explicación que doy al éxito relativo de aquel post: las ansias de que la Razón reconozca una derrota. Porque la Fe podrá haber sido derrotada, pero dejó eso que llamo: "hambre de fe". Una hambre que jamás podrá ser calmada. La Fe cree, no sabe. Y la Ciencia sabe, no cree. Yo me decanto porque las fotos son arreglos: cadáveres sin ajuar, apenas a unos centímetros de la superficie, perfectamente conservados, sin deterioro de huesos, el silencio de los medios... Pero como dijo uno de los comentaristas del post: aunque esas foto sean falsas, los gigantes existieron. Eso es Fe.


Santiago Delgado



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