viernes, 2 de octubre de 2009

BRÚJULA DE MEDIOS


"La Razón" publicó una noticia demoledora sobre la reescritura zapateril de la historia, el propietario de "Dragolandia" se pasó con la "boutade" y el polémico médico se la pega.

Este jueves La Razón dio un campanazo a través de la pluma de Diego Mazón, su redactor de asuntos militares, al describir pormenorizadamente cómo el Gobierno ha borrado los recuerdos del asedio republicano al Alcázar de Toledo durante la Guerra Civil. Da la casualidad de que aquella fue una batalla que desató, en aquél conflicto fratricida, ríos de tinta en toda la prensa extranjera.

Lo avanzado por Mazón, de todas formas, es una muestra más de la damnatio memoriae zapateril, empeñada en ganar batallas setenta años después. Ya dijo Arturo Pérez Reverte que habría que esperar a ver lo que se perpetra allí como Museo del Ejército, visto lo visto. Y más teniendo en cuenta lo que suponen en España esos traslados.

Hablando de costes, a Antonio Rubio, subdirector de El Mundo, le han crujido mil euros del ala por preservar sus fuentes en varias informaciones sobre el 11-M. Y encima habrá que dar gracias, porque teniendo en cuenta cómo está la cosa de la Justicia ha salido incluso bien parado.

Quienes también han salido con bien han sido las dos estrellas de Es Radio, Federico Jiménez Losantos y César Vidal, ya que han archivado la querella que les interpuso el polémico doctor Luis Montes.

Por cierto, que el pasado miércoles estuvo Fernando Sánchez Dragó en la emisora de Losantos. Allí soltó una de las suyas, que, sin faltarle la razón, ha despertado cierto cachondeito: "La única forma de enderezar esto es demoler el estado autonómico expulsando al exilio a todos los reyezuelos de los reinos de taifas". ¿Eso incluye a doña Esperanza Aguirre, al canal público y a los Teatros del Canal de la taifa madrileña donde se perpetra Dragolandia a, según parece, cien mil euros el programa?

Manuel R. Ortega

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