Cuando al dimitir Bermejo dijo aquello de "nadie debe estar amarrado a un puesto, si no es para servir", es obvio que se refería sólo a las obligaciones del cargo ministerial y no a sus ventajas, comenzando por el piso oficial del que no se ha movido un mes y medio después de haber dimitido como ministro.
Lunes 30 de marzo. 13.30 horas. Mariano Fernández Bermejo llega en coche oficial a la entrada del edificio en el que se encuentra el ático que se le asignó para vivir mientras fuera ministro de Justicia. Le acompañan sus dos escoltas. El hoy diputado raso por Murcia sonríe y entra.
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