miércoles, 31 de marzo de 2010

Arx Asdrubalis. La Ciudad Reencontrada: una visión al pasado romano de Cartagena

 La exposición Arx Asdrubalis. La ciudad reencontrada, abre sus puertas en la ciudad de Cartagena, con una selección de las mejores piezas descubiertas en las recientes excavaciones realizadas en el cerro del Molinete, englobadas en el proyecto Parque Arqueológico del Molinete.

Está organizada por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Consejería de Cultura y Turismo de la Región de Murcia y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Cartagena, el consorcio Cartagena Puerto de Culturas y la Fundación del Teatro Romano de Cartagena.
El acceso a la exposición es gratuito, y permanecerá abierta hasta el 11 de abril de 2009. El horario de visita es de martes a sábado, de 10,00 horas a 18,00 horas, y los domingos, en el horario de 10,00 horas a 14 horas. Los pases guiados a la exposición se realizarán a las 10,30 horas, 13,00 horas, 15,30 horas y 17,00 horas, siempre con un máximo de 25 personas.
 La exposición exhibe en el Museo del Teatro Romano y en el Ayuntamiento de Cartagena un nutrido conjunto de cien piezas arqueológicas recuperadas en los últimos años en el transcurso de las excavaciones practicadas en la vertiente meridional del cerro del Molinete de la ciudad. Para entender el porqué de la muestra, su oportunidad y relevancia, es preciso indagar en la historia del altozano, una historia poblada de hitos y acontecimientos relevantes, de construcciones majestuosas e indignas, de leyendas y tradiciones.
Se puede apreciar piezas arqueológicas, entre las que sobresalen capiteles toscanos, jónicos y corintios, esculturas, epígrafes, pinturas, monedas, pequeños instrumentos y cerámicas relacionados con la vida cotidiana. Un nutrido conjunto de recreaciones virtuales y de recursos interactivos y didácticos convierten los materiales arqueológicos en documentos históricos, haciendo atractiva, amena y comprensible la realidad arqueológica documentada.
La riqueza de la fase alto-imperial documentada en el curso de las actuales excavaciones practicadas en la vertiente meridional del cerro del Molinete y las novedades aportadas para el conocimiento de su arquitectura y sus programas escultóricos y pictóricos, entre otros aspectos, ha llevado a la Consejería de Cultura y Turismo a plantear la oportunidad de organizar esta muestra, que a buen seguro marcará un punto de inflexión en el conocimiento de aspectos hasta ahora inéditos de de la ciudad romana en época del Alto Imperio.
Una ciudad oculta bajo siglos de historia, que es ahora reencontrada para ver de nuevo la luz, para ser entendida, amada, respetada y disfrutada por los ciudadanos del siglo XXI.
Además, en el Salón de Actos del Museo del Teatro Romano, se van a realizar un Ciclo de Conferencias, los días 15, 16 y 17 de noviembre, a las 19,00 horas, donde se abordarán cuestiones relacionadas con la arqueología y los trabajos llevados a cabo en el Molinete. Los asistentes disfrutarán de charlas de la mano de expertos en la materia, como Manuel Lechuga Galindo, jefe del servicio de Museos y Exposiciones, CARM, y Luis de Miquel Santed, del Museo Arqueológico de Murcia, que tratarán 'El PERI del Molinete: Gestión y resultados' (día 15) o el arqueólogo Alejandro Egea Vivancos, que hablará sobre 'Las excavaciones arqueológicas en la Morería' (día 16).
También participará en este ciclo, los responsables de las excavaciones del Molinete, María José Madrid Balanza, que contará 'Las Termas Públicas de Carthago Nova'  (día 16) y Jose Miguel Noguera que abordará la arquitectura de 'El edificio del Atrio:¿un complejo para banquetes triclinares?' (día 17)
SALAS DE EXPOSICIONES TEMPORALES EN EL MUSEO DEL TEATRO ROMANO Y EN EL PALACIO CONSISTORIAL
El marco escogido son  las salas de exposiciones temporales del Museo del Teatro Romano y del Palacio Consistorial, las cuales ofrecen un contexto excepcional e inigualable: a tan sólo una cincuentena de metros el uno del otro, son dos referentes del patrimonio cultural de la actual Cartagena y paradigmas de su proceso de regeneración urbanística. Qué mejor escenario, así pues, para exponer los frutos de la recuperación de la antigua ciudad romana que sendos edificios que expresan, con inusual clarividencia y como ningún otro, el diálogo entre antigüedad y modernidad, entre el vestigio y su restauración, entre la conservación y la valorización.
En la sala de exposiciones del Palacio Consistorial se ofrece un recorrido por las Historias de la Arqueología (Sección 1) de esta pequeña colina en la que Asdrúbal edificó magníficos palacios. Tras analizar los principales hallazgos arqueológicos en la zona y los hitos más importantes de su evolución urbanística, se introduce al visitante en el proyecto 'Parque Arqueológico del Molinete' y en la metodología y fases de las investigaciones arqueológicas practicadas en la vertiente meridional del cerro entre 2008 y 2009.
En esta primera parte, se expone una reducida selección de piezas que acredita la magnificencia del programa estatuario vinculado al foro colonial y la importancia en la ciudad y este barrio de los cultos orientales, ineludibles para plantear algunas de las hipótesis interpretativas de los nuevos hallazgos.
A continuación, el espectador puede descubrir los secretos del urbanismo de la ciudad alto-imperial en La ínsula I y las aportaciones al viario de la colonia romana (Sección 2), analizando la forma y trazado de sus calles, así como el diseño y tamaño de su retícula urbana, prestando especial atención a la manzana conocida como ínsula I.
En la sala de exposiciones temporales del Museo del Teatro Romano se analizan los dos grandes edificios constatados en dicha manzana: las Termas del Foro, con su excepcional palestra y sus impresionantes restos pictóricos y escultóricos, de entre los que destaca la representación de una escena de juegos anfiteatrales y una excepcional cornucopia,, y el Edificio del atrio, quizá una sede colegial para banquetes triclinares, probablemente relacionados con los cultos orientales que tan arraigados estuvieron en la ciudad.
El aseo y el ejercicio entremezclados con el ocio eran parte esencial de la cultura romana, disponiendo todas las ciudades del Imperio de importantes instalaciones termales.
Bajo el título Ocio y placer: las Termas del Foro (Sección 3), se expone cómo, a finales del principado de Augusto o inicios del reinado de Tiberio, se construyó en la mitad occidental de la insula I un importante complejo termal en el corazón de Carthago Noua, emplazado a mitad de camino entre el foro y el puerto. Una inscripción en mármol prueba que estas termas eran públicas y dependientes del senado local. Dotado de salas calientes, templadas y frías, disponía de una amplia palestra destinada a actividades gimnásticas, si bien en su porticado norte pudo ubicarse una estatua ¿posiblemente de una divinidad o una princesa de la familia imperial, de la que se ha recuperado un cuerno repleto de frutos.
El complejo termal tuvo cronología de uso que se prolongó hasta bien entrado el siglo V, si bien experimentó múltiples cambios y transformaciones en su estructura arquitectónica. Una de las principales afectó a la palestra: hacia finales del siglo I o comienzos del II, su pórtico norte quedó separado del resto del conjunto por un muro, en cuya fachada meridional se pintó un ciclo pictórico con escenas de cacerías de anfiteatro; el interior del pórtico albergó desde ese momento una taberna (caupona).
En la segunda mitad del siglo I a.C., en la mitad oriental de la insula I se construyó un edificio de planta cuadrangular y más de 1200 m2, el cual se analiza en la Sección 4, titulada Un edificio para banquetes triclinares. Enclavado en pleno centro de la colonia, su fachada principal se abría al decumano que comunicaba el puerto con el foro. A través de un largo pasillo (fauces), se accedía a un atrio tetrástilo (con cuatro columnas) en torno al cual se organizaba el edificio y alrededor del cual se dispusieron cuatro grandes salas (aulae), de 82 m2 y sustentadas por columnas.



Aunque la estructura original del edificio está muy alterada debido a sus múltiples reocupaciones posteriores, su tipología arquitectónica parece responder a la de un complejo dotado de salas con lechos utilizadas para banquetes simposiacos. Los ritos y celebraciones aquí practicados pudieron estar relacionados con un adyacente complejo religioso, que podría estar vinculado con los cultos de las divinidades orientales Isis y Serapis. En los siglos I-II al atrio se le añadió una capillita de culto (lararium) y sus paredes fueron dotadas con los más espléndidos ciclos pictóricos conocidos hasta ahora en la colonia. En el siglo III el conjunto perdió su función original, convirtiéndose en una especie de insula o edificio de viviendas: cada aula acogió una vivienda unifamiliar y el antiguo atrio se transformó en un patio de vecinos.
La arquitectura y los edificios de la ciudad de Carthago Noua se caracterizaron por el recurso a los órdenes arquitectónicos imperantes en las modas capitalinas en cada momento. La Sección 5, titulada Antiguos y nuevos órdenes arquitectónicos, pone de manifiesto cómo, en la excavación del Edificio del atrio y de las Termas del Foro, se han recuperado toda una serie de materiales que permiten conocer el orden empleado en dichos conjuntos, así como plantear propuestas sobre sus alzados. El atrio del Edificio homónimo era de orden toscano provincial y sus elementos (basas, fustes y capiteles) se labraron en mármol del Cabezo Gordo. Su datación en la segunda mitad del siglo I a.C. permite determinar el momento de construcción de este complejo arquitectónico. En la palestra de las termas se empleó un doble orden, con capiteles jónicos de arenisca alzados sobre fustes y basas de ladrillo, todos estucados y pintados, y capiteles corintios de mármol de Carrara dispuestos sobre fustes de travertino rojo de Mula; unos y otros se fechan en las primeras décadas del siglo I.
En las recientes excavaciones en el Molinete, se ha recuperado un nutrido conjunto de esculturas, conservadas en estado muy fragmentario, pero de gran interés histórico y arqueológico. En Dioses y hombres de mármol (Sección 6), junto a la excepcional cornucopia de la palestra de las termas (exhibida en la Sección III) y la estatuilla de la musa Polimnia íntegramente envuelta en un manto, destacan los hallazgos de una espléndida cabeza de divinidad femenina, acaso Venus o una ninfa, y de un fragmento de retrato femenino, el primero constatado en la colonia: la particularidad del bucle que desciende permite fecharlo en época de Augusto y adscribirlo a un peinado muy a la moda entre las damas de alta condición de la época. Otros fragmentos pudieron pertenecer a la decoración frontal de pies de mesas de mármol (monopodia), muebles de lujo que rivalizaron con los elaborados en bronce y consienten entrever cómo era el ajuar de los edificios de la ciudad.
Los romanos vivían rodeados de una riquísima cultura material, expresión de su grado de especialización y refinamiento alcanzado. Las recientes excavaciones en el Molinete han recuperado restos de muebles (bisagras), lucernas destinadas a la iluminación de los oscuros ambientes de los edificios, agujas para coser y para peinarse, punzones para escribir y fichas de juegos, así como objetos para acicalarse y engalanarse (espátulas, anillos, camafeos, botones), expuestos como expresión de la Vida cotidiana e instrumentum domesticum (Sección 7). De entre ellos, destaca una espléndida sartén de bronce, recuperada en un excelente estado de conservación, empleada para la elaboración de algunos de los sabrosos platos de los que transmiten noticias autores clásicos como Apicio.
Por último, la Sección 8, Letras de mármol, incide en la transmisión de todo tipo de mensajes por medio de palabras escritas en toda suerte de soportes, en especial el pétreo, como una de las principales características definitorias de la cultura romana. Inscripciones conmemorativas, dedicatorias imperiales, epígrafes funerarios, textos incisos con un punzón sobre paredes pintadas, letras pintadas (tituli picti)¿, son de los tipos de inscripciones recuperadas en el transcurso de las excavaciones, si bien en un estado de conservación muy fragmentario. Algunas de ellas incrementan nuestros conocimientos sobre las familias y la onomástica de las gentes de la colonia, en tanto que otra ha permitido determinar que el complejo termal de la insula I era de carácter público. En una de ellas, la mención a una típica titulatura imperial (imperium) consiente relacionarla con alguno de los emperadores que gobernaron desde Tiberio a Trajano.
ALGUNAS PIEZAS SIGNIFICATIVAS
Cornucopia de mármol
El cuerno de la abundancia (cornucopia) gozó entre los romanos de un preciso simbolismo que, en el contexto del Saeculum Aureum, encarnó la opulencia y la prosperidad que sólo podía asegurar la pax restituida por Augusto al mundo azotado por las guerras civiles, asimilándose a los conceptos de fertilidad, abundancia y bienestar. La cornucopia pudo pertenecer a una estatua femenina de carácter conceptual (Felicitas Augusta, Ceres, Fortuna, Concordia, Pietas, Pax...), a una estatua honorífica de un miembro femenino de la casa imperial, acaso Livia o a cualquiera otra de las muchas que se evocaron acompañadas del cuerno benefactor.
Placa epigráfica de carácter honorario
En la segunda línea de esta placa se lee claramente LOCO, que debe corresponder a la conocida fórmula loco dato decreto decurionum, que expresa la autorización dada por el senado colonial para colocar el monumento; aunque es corriente encontrar esta fórmula de modo abreviado, parece que la paginación del texto en el soporte aconsejó escribir una parte de ella in extenso. La presencia de la autorización decurional indica que el lugar en que estuvo ubicado el epígrafe tenía carácter público y que la colocación de inscripciones allí requería del visto bueno del senado colonial. Respecto al contenido del texto, lo conservado alude al obsequio de una estatua o elemento situado en las Termas del Foro, seguramente en el pórtico norte de su palestra.
Fragmento de pared pintada con escena de cacería
Esta pintura debió celebrar la donación a la colonia de unos juegos anfiteatrales por parte de un destacado evergeta local. La iconografía de lo conservado ilustra una venatio que, en pintura, sólo tiene paralelos en los ciclos de algunas villas galas de la primera mitad del siglo II. El venator muestra excepcionales concomitancias iconográficas con el venator VI de la villa de Yvonand-Mordagne; ambos son los únicos que reproducen en pintura la armadura y vestimenta tradicionales de las cazas de los anfiteatros, puesta de moda desde los inicios de la segunda centuria.
Larario
Recreación, con sus pilastras originales, del larario tipo edículo ubicado en la pared de fondo del atrio del Edificio del Atrio. Se trata de un tipo de capilla bien documentado en yacimientos como Pompeya. Constaba de un podio alto sobre el que descansaba un sencillo templete. El larario del Molinete ha perdido la cubrición, pero las pilastras de mármol encontradas junto a él que permiten reconstruir casi por completo su altura original. Al ser piezas reutilizadas, tienen una altura desproporcionada respecto del podio y le dan al templete unas dimensiones inusualmente grandes. El larario estaba recubierto de estuco, del que se han conservado restos tanto en el podio como en las paredes interiores y exteriores del nicho.
Fragmento de pared pintada con imitaciones de mármol
Este tipo de pintura con imitaciones marmóreas se constata profusamente en Italia y las provincias desde mediados del siglo I hasta época tardorromana. A partir de mediados de la primera centuria, las imitaciones marmóreas se extendieron por las ciudades campanas, generalizándose las crustae que formaban figuras geométricas con variados tipos de mármoles policromos. La moda pronto se extendió por las provincias, perdurando durante todo el siglo II. Las pinturas de Cartagena pueden fechar a mediados del siglo II.
Capitel corintio
Este capitel es una reelaboración local que, sobre la base del modelo ¿clasicista¿ y normalizado del Foro de Augusto y su templo de Mars Ultor, toma elementos de la tradición del estilo del Segundo Triunvirato. Iconografía y detalles ornamentales permiten datarlo en las primeras décadas del siglo I.
Pie de mesa (trapezoforo)
Pie perteneciente a un monopodium o pequeña mesa de carácter auxiliar que, situada contra la pared, era muy común en los triclinia y otro tipo de ambientes abiertos o cerrados. Este tipo de mesa fue introducido en Roma en el siglo II a.C. y tenía una altura media de 1,10 metros. El pilarcillo solía estar decorado frontalmente en la parte superior con una herma, de corriente ligada al mundo dionisiaco, y un tablero de mármol preciado, generalmente de una cualidad superior a la del resto de la mesa.
Entre los interactivos y recreaciones virtuales destacan:
 - La reconstrucción virtual de la evolución histórica del conjunto arqueológico hasta ahora excavado, básicamente de la red viaria, las Termas del Foro y el Edificio del atrio. El punto de partida para este trabajo, realizado por Balawat.com, ha sido la información arqueológica suministrada por los técnicos responsables de la excavación. A través de sucesivos acercamientos, el equipo científico y Balawat.com Diseño Multimedia para la Arqueología han ido definiendo las imágenes que representarán al yacimiento.
- Una aplicación interactiva que ilustra la secuencia histórica y evolutiva de los edificios excavados. La base es el dibujo arqueológico realizado hasta la fecha en AutoCAD.
 - Una segunda aplicación interactiva muestra un panorama fotográfico del atrio del edificio homónimo. Los elementos más significativos de la fotografía suministran información arqueológica, vídeos, planos y recreaciones 3D al ser accionados. La aplicación, realizada en formato Flash, será susceptible de ser utilizada en la web del Consorcio Cartagena Puerto de Culturas.
Desde el Lunes 02 Noviembre 2009 - Hasta el Domingo 11 Abril 2010 -

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