sábado, 24 de octubre de 2009

José Bono: de las Coca-Colas polacas a las de los Països Catalans

España
Congreso de los Diputados
Tendrá que elegir entre las polacas y las que llevan la inscripción 'Països Catalans'

Conflicto en el Congreso de los Diputados sobre el origen de envasado de la bebida norteamericana

LVL
viernes, 23 de octubre de 2009, 12:59



Madrid.-
José Bono ha decidido mediar en el caso de las Coca-Colas polacas que suministran las máquinas del Congreso de los Diputados. Resulta que, en palabras del presidente de la Cámara Baja, es imposible que se beba Coca-Cola procedente de ese país europeo y lo considera casi un escándalo. Tanto, que ha decidido hablar con Arturo Fernández, el empresario hostelero cuya empresa tiene adjudicada la concesión de rellenar la máquinas expendedoras del sagrado líquido.
Parece que Bono se ha referido al hecho con la frase “en la casa de los españoles, ni una broma”, descubierto por los periodistas, que en un momento de reflexión miraron el envase y vieron su procedencia extranjera. Después, y a nivel personal, sin darle carácter oficial a la gestión, le pidió a Arturo Fernández que las latas sean españolas. Sorpredente decisión porque:
1) La Coca-Cola es una bebida de origen norteamericano. Es uno de los símbolos de ese país.
2) Polonia es una nación europea y pertenece a la UE. Además, comparte fe católica con Bono.
3) La alternativa española entraña sus riesgos. Si no, pasen y vean:
El concepto ‘Països Catalans’, utilizado exclusivamente por nacionalistas e independentistas, aparece en España en muchas latas de Coca-Cola, Fanta y Aquarius. Está grabado en su parte superior, junto a la pestaña de apertura del envase metálico. Ello se debe a que una de las plantas de la fábrica envasadora Cobega S.A. está en la calle Països Catalans, 32, en la localidad de Espluges de Llobregat, en Barcelona.
El concepto ‘Països Catalans’ pertenece al ideario doctrinal de los independentistas y nacionalistas catalanes, que reivindican un territorio nacional con Estado propio que agrupe, con Cataluña, el Rosellón (Francia), las comarcas orientales de Aragón, la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares e, incluso, parte de la isla de Cerdeña (Italia). Estas aspiraciones imperialistas están recogidas en numerosos libros y folletos de las distintas organizaciones nacionalistas y forman parte, incluso, de actividades de difusión de la plataforma Òmnium Cultural, como la Flama del Canigó o el Correllengua, en las que se hace recitar a niños y jóvenes los puntos cardinales de esa ‘tierra prometida’: “De Salses (Francia) a Guardamar (Alicante) y de Fraga (Huesca) a Mahón (Baleares)”.
De esta forma, Bono tendrá que elegir entre el mal menor de las procedencias para seguir confiando en que la chispa de la vida refresque la actividad parlamentaria de las Cortes.

1 comentario:

  1. Sin pretender buscar tres pies al gato, creo que la decisión del Sr. Bono es acertada, mejor consumir productos fabricados en España que en cualquier otro pais, de alguna forma favorecemos el trabajo en España y no estan las cosas para muchas historias. Si ya se que Polonia es un pais comunitario y no se puede prohibir pero al fin y al cabo no lo hacen todos? o los franceses no protejen todo lo que pueden sus productos, pues eso, en esta ocasión, muy bien Sr. Bono.

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