martes, 21 de abril de 2009

Rubalcaba decidió que fuera la Policía y no la Guardia Civil quien detuviera al jefe de ETA

La borrachera de satisfacción de que este fin de semana ha hecho gala Alfredo Pérez Rubalcaba estaba más que justificada. Con la detención en Francia del jefe militar de ETA, Julen Martitegi, el ministro del Interior ha matado varios pájaros de un tiro: ha acabado con el tercer responsable de comandos etarras en cinco meses y ha reparado la ofensa infligida al Cuerpo Nacional de Policía (CNP) por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Fue Rubalcaba en persona quien decidió que la detención del jefe etarra fuera llevada a cabo por la Policía Nacional, en lugar de por la Guardia Civil.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, ambos Cuerpos se disputaban la detención de Martitegi. El conflicto estalló en torno al miércoles pasado, 15 de abril, cuando las fuerzas de seguridad españolas tuvieron constancia de la existencia de una inminente cita en el sur de Francia entre un importante personaje de la banda y un par de liberados procedentes de España. Resultó que la Policía Nacional llevaba tiempo controlando al miembro legal (no fichado) Alex Uriarte Cuadrado, sobrino del histórico de ETA Eloy Uriarte, alias Señor Robles, mientras que la Guardia Civil seguía los pasos de Axier Ortiz de Guinea, residente en Vitoria.

Policía y Guardia Civil descubren que se trata de la misma operación y reclaman para sí el seguimiento de los liberados camino de la cita y su detención. El conflicto consiguiente debió ser resuelto mediante una convocatoria urgente de la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista, donde, en presencia del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, responsable orgánico de esa Unidad y no sin la tensión de rigor, fue el propio Rubalcaba quien decidió que la operación corriera a cargo del Cuerpo Nacional de Policía. Entre otras cosas porque, de acuerdo con las fuentes, quedó claro que el viaje de Alex Uriarte estaba más maduro que el de Axier Ortiz.

La Unidad de Coordinación Antiterrorista es una estructura profesional que depende orgánicamente de la Secretaría de Estado de Seguridad y funcionalmente del Comité Ejecutivo para el Mando Unificado y está formado por miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), de la Guardia Civil y por personal del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Uriarte acudió a la cita en un automóvil procedente de España, con varios agentes del CNP pegados a los talones. El encuentro había sido fijado en la localidad de Perpiñán, y la sorpresa de los policías españoles y los agentes de la Policía Judicial Francesa que cayeron sobre la misma fue enorme al descubrir que el jefe etarra era nada menos que Jurdan Martitegi, inconfundible con sus casi dos metros de altura, que a su vez iba acompañado por el liberado (a sueldo de la organización) Gorka Azpitarte, natural de Escoriaza (Guipúzcoa) [y no Mikel Oroz, como erróneamente se decía a primera hora en esta misma página] y que supuestamente hacía labores de chófer del jefe etarra.
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