Anoche pudimos ver a Mariano Rajoy en una entrevista que le realizó la jefa de informativos de Antena 3, Gloria Lomana, lo que nos permitió comprobar la situación anímica del aspirante a La Moncloa.
En honor a la verdad hay que reconocer que más que una entrevista fue un interrogatorio, digamos, muy persuasivo. La primera parte fue un chorreo constante de preguntas y repreguntas en las que se daba por hecho que en el PP hay corrupción. Lo que está muy bien, claro, pero yo no he visto todavía a ningún alto cargo socialista someterse a un fuego graneado de esas características, a pesar del largo historial de fechorías que acrisola la trayectoria de ese partido, tal vez el más corrupto de todos los socialismos mediterráneos, que ya es mucho.
Estuvo muy bien Mariano Rajoy cuando le insistió a la entrevistadora en que lo de Filesa es cosa de los socialista. No lo estuvo tanto cuando, estando contra las cuerdas, repitió un par de veces la coletilla "hasta donde yo sé". Hombre, Mariano, si eres el presidente tienes que saber si hay corruptos a tu alrededor, porque lo de "obrar en consecuencia" cuando se produzcan las sentencias penales, en su caso, es algo que se da por hecho. Se da por hecho en el PP, porque en el PSOE los condenados por robar al erario público para el partido no sólo siguen en el partido, sino que se dedican a formar a los nuevos cuadros dirigentes, lo cual si se mira bien es algo de lo más lógico.No me gustó tampoco cuando Rajoy dijo que dejó de contratar a las empresas de Correa y El Bigotes (con esas pintas no pueden ser inocentes), porque le habían contado que utilizaban el nombre del partido de forma improcedente. Si es así debiera haber cursado como presidente la misma orden a todas las organizaciones territoriales del partido, de forma que ahora no estarían empantanados en Madrid y Valencia. ¿O es que a Mariano no le viene del todo mal que en esos dos feudos se le bajen los humos a los dirigentes? No seamos malpensados. O sí.
Un hecho que debieran constatar los sabios de Génova, sobre todo tras la entrevista de ayer, es que no tienen ningún medio de comunicación que defienda una línea filosófica y política cercana al PP actual. Antena 3, que pasa por ser la televisión menos contraria al PP (lo cual ya es heroico en el desierto glacial que dejó Aznar en términos mediáticos), le recetó anoche a Mariano un interrogatorio de órdago. Y aún le falta pasar la tutoría bimensual con Gabilondo, en la que las granadas y los misiles no dejan de sobrevolar el plató.
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