La que difundía odio con el espanyansroba resulta que también es mentirosa.
En 2014 la ANC diseñó una nueva campaña de mercadotecnia destinada a captar nuevos zombis para el lazismo. A través del diario del Régim Ara pretendía dar “arguments “sòlids” per demostrar que una Catalunya independent no només és viable i desitjable, sinó que també “és una oportunitat única per construir un país més just i més pròsper””. La ANC reclutó a 7 “investigadores, doctores y catedráticos” que endosaran sus argumentos. Entre ells hi era la Clara Ponsatí, que en 2012 grabó el vídeo “Stop Espoli“, iniciando el espanyansroba con el cuento de que había un déficit fiscal acumulado desde 1986 de “más de 200.000€ millones”, y que por eso el Gobierno se negaba a publicar las balanzas fiscales (algo que no se hace en ningún país del mundo). El presidente no votado la puso en Enseñanza para asegurarse el control de los buticolegios el 1-O. La señora Ponsatí se embolsaba más de 110.759€ al año que li pagàvem tots els pepets i maries.
Resumiendo: la Ponsatí empezó la campaña de odio contra “Espanya” (espanyansroba) y miente como respira. Però el passat dia 11 de febrer Clara va tenir la cara de dir això al Parlament europeu:
“Uno de los crímenes más serios contra el pueblo judío tuvo lugar en 1492 cuando los así llamados Reyes Católicos ordenaron la expulsión general de los judíos de Sefarad. Este primer episodio de antisemitismo de estado, que Adolf Hitler admiraba y buscó superar; es una piedra angular del trágico historial español de intolerancia. Hoy esta intolerancia toma la forma de desprecio de los derechos de la minoría catalana. Esto sucede en un contexto de guerra jurídica e indulgencia con la apología del fascismo. Mientras la fundación Francisco Franco sigue siendo legal, los jueces españoles usan leyes contra el odio para perseguir a profesores catalanes que critican la violencia de la Guardia Civil. Necesitamos leyes para proteger a las minorías de los odiadores, pero sin jueces democráticos que las hagan cumplir son inútiles. Gracias”.
El discurso negrolegendario de Clara quería escarbar en la propaganda antiespañola montada desde el siglo XVI por quienes querían destruir al país por entonces más poderoso del mundo. Dejemos que responda Elvira Roca Barea, que ha sido profesora en Harvard y es experta en estas historietas, desde su imprescindible libro Fracasología:
“Intolerancia y minorías: los temas clásicos (…) pero la intolerancia española es una de tantas entre las intolerancias europeas y, desde luego, no la más fanática ni la más cruel. (…) El tratamiento del tema judío en la historia de España puede servir de ejemplo de cómo lo europeo en general se transforma en lo español en particular, excepcional o anómalo. Hay judíos en todos los países de Europa y en todos ellos han sido una minoría marginada y perseguida. En Inglaterra, la expulsión decretada por Eduardo I en 1290 fue tan perfecta y exitosa que no hay un solo documento que mencione a un judío en Inglaterra hasta los tiempos de Oliver Cromwell (…) las propiedades de los judíos pasaron directamente a la Corona. (…) Todos los judíos que sean hallados en territorio inglés después del día de Todos los Santos (1-11-1290) serán ejecutados. Solo pueden llevar con ellos sus efectos personales y todas sus propiedades pasan a la Corona. (…) No les estaba permitida la conversión (…) Hasta 1858 los judíos ingleses no tuvieron los derechos inherentes a la ciudadanía. (…) Los ingleses no han sido capaces ni de integrar a otros protestantes no anglicanos (…)
En Francia se sucedieron varias expulsiones: 1182, 1306, 1321, 1394… (…) Luego, previo pago, se les permitió regresar. Ese juego perverso de expulsión, confiscación de bienes y luego regreso comprado con pagos adicionales a la Corona fue practicado a menudo en Francia (…) Solo se les permite conservar la ropa que llevan puesta (…)
La historia de las persecuciones sufridas por los judíos en el Sacro Imperio Germánico no puede ni siquiera ser resumida (…) Hubo masacres que llevaron a comunidades judías a suicidarse en masa en tiempos de la Primera Cruzada (…) Hay cientos de persecuciones, a cual más cruenta y terrible (…) el antisemitismo luterano contribuyó a empeorar la situación (…)
Durante siglos, la presencia de judíos en España no sirvió más que para igualar español y judío, y excitar el sentimiento antisemita contra los españoles“.
I lo d’en Hitler inspirat pels Reis Catòlics és mentida: ell en tenia ple de persecucions, expulsions i pogroms a la seva Alemanya, especialment la luterana.
Y lo de los reyes españoles antisemitas, pues como que no. Pero sí lo fueron los fundadores del nacionalismo como Prat de la Riba o Almirall, que diferenciaban entre castellanos “semitas” y catalanes “arios”.
I la Clareta no va explicar que Catalunya va ser la primera regió d’Espanya que va instituir la Inquisició. S’hi va establir mitjançant la bula Declinante, de Gregori IX, el 1232. I el rei Jaume I en va promulgar les constitucions el 7 de febrer de 1233.
Y Clara no explico que los catalans de 1391 van destruïr el Call jueu de Barcelona per robar, en una orgia de sang; i com del Call no va quedar pedra sobre pedra, ni jueu viu, excepte els que van demanar el baptisme.
Y lo de la “minoría catalana” perseguida también trola, pues resulta que la minoría catalana perseguida por la Generalitat, que le prohíbe sus derechos lingüísticos, es la hispanoparlante; y también la que quiere seguir siendo española, a la que se agrede, desprecia, ignora y ridiculiza en calles, escuelas y medios de la Gene.
O sea, que la que empezó la campaña de odio contra “Espanya” y reconoció que mintió a los suyos, ahora acusa de odio a los espanyols llenando de mentiras el Parlamento Europeo. Te esperamos en casa, Clara. Ven antes de que te traigan.
Dolça i timada Catalunya…