sábado, 25 de septiembre de 2010

UNA TESIS DOCTORAL SOBRE LA PALABRA COJONES -

Arturo Pérez Reverte.

Ahora me explico las quejas de los extranjeros por sus dificultades con nuestras acepciones.Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número y acepciones de una simple palabra, como puede se la muy conocida y frecuentemente utilizada referencia a los atributos masculinos, "cojones".
Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos según el número utilizado. Así, "uno" significa "caro o costoso" (valía un cojón), "dos" significa "valentía" (tiene dos cojones), "tres" significa "desprecio" (me importa tres cojones), un número muy grande, más "par" significa dificultad" (lograrlo me costó mil pares de cojones).El verbo cambia el significado. "Tener" indica "valentía" (aquella persona tiene cojones), aunque con signos exclamativos puede significa"sorpresa" (¡tiene cojones!); "poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los cojones encima de la mesa).

También se los utiliza para apostar (me corto los cojones), o para amenazar (te corto los cojones).El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. Así el presente indica "molestia o hastío" (me toca los cojones), el reflexivo, significa "vagancia" (se tocaba los cojones), pero el imperativo significa "sorpresa" (tócate los cojones!).Los prefijos y sufijos modulan su significado: "a-" expresa "miedo" (acojonado), "des-" significa cansancio" (descojonado), "-udo" indica "perfección" (cojonudo) y "-azo" se refiere a la "indolencia o abulia".
Las preposiciones matizan la expresión. "De" significa "éxito" (me salió de cojones) o "cantidad" (hacía un frío de cojones), "por" expresa "voluntariedad" (lo haré por cojones), "hasta" expresa "límite de aguante"(estoy hasta los cojones), "con" indica "valor" (era un hombre con cojones) y "sin", "cobardía" (era un hombre sin cojones).Es distinto el color, la forma, la simple tersura o el tamaño. El color violeta expresa "frío" (se me quedaron los cojones morados), la forma, "cansancio" (tenía los cojones cuadrados), pero el desgaste implica "experiencia" (tenía los cojones pelados de tanto repetirlo).
Es importante el tamaño y la posición (tiene dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo (tiene los cojones como los del caballo de Espartero) que no puede superarse, porque entonces indica "torpeza o vagancia" (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos, e incluso necesita una carretilla para llevarlos).La interjección "¡cojones!" significa "sorpresa", y cuando uno se halla perplejo los solicita (manda cojones!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).
En resumen, será difícil encontrar una palabra, en castellano o en otros idiomas, con mayor número de acepciones.
 25-09-2010

¡Viva la Pepa!



08:55 (24-09-2010) 
El proceso constitucional iniciado tal día como hoy en el teatro de la isla deLeón, hoy ciudad de San Fernando, que culminó en el oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, supone el nacimiento de una constitución en la que el pueblo español asumía su soberanía. Los españoles pasaron de súbditos a ciudadanos. Ha sido un acierto que el Congreso de los Diputados haya recordado en una declaración institucional la transcendencia de aquella fecha por más que tal declaración tenga ciertas invocaciones idílicas más que reales.
España estaba invadida por tropas extranjeras pero la Constitución de Cádiz se proclama por la regencia del reino en nombre de ese “peor rey de nuestra historia” y “en su ausencia y cautividad” mientras el monarca escribía cartas de felicitación a Napoleón y a José I por sus victorias militares contra los españoles que con tanto coraje defendían su trono derramando su sangre.
José I era rey de España por la vergonzosa entrega de la corona a Napoleón, protagonizada por Carlos IV y su hijo, y el posterior estatuto de Bayona. Resultaba paradójico que Fernando VII, que vivía un exilio dorado en Valençay, en el castillo de Tayllerand, se sintiese más cerca de quienes gritaban “¡Vivan las cadenas!” que de quienes, en su nombre, gritaban “¡Viva la libertad!”.
La Constitución de Cádizla Pepa, sentó las bases de constituciones posteriores y estaba en sintonía con el movimiento constitucionalista europeo. La soberanía residenciada en la nación, libre e independiente, que no es patrimonio de ninguna familia ni persona. La división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. El derecho de representación en cortes, igual para ambos hemisferios.
La libertad de expresión y el derecho de prensa e imprenta. El derecho de integridad física de toda persona, excluyendo el tormento. La libertad personal. La inviolabilidad del domicilio. Las garantías procesal y penal... suponían un cambio radical, revolucionario.
Tras la de 1812 la historia constitucional de España ha sido amplia, con el estatuto real de 1834 y las constituciones de 1837, 1845, 1856, 1869, 1876, 1831 y la vigente de 1978, la única de consenso, sin cortar el proyecto constitucional de 1852 y el proyecto de constitución federal de 1873.
No me salen las fechas de ese corto periodo de dieciséis años de libertad que, según el presidente del Congreso, ha vivido España desde la de Cádiz a la Constitución vigente. Formalmente han sido bastantes más, aunque habría que conocer el criterio personal que ha dado lugar esa cifra.
*Juan Van-Halen es académico correspondiente de la historia y senador.