El dato, con todo, no debería llevar a los populares a lanzar las campanas al vuelo. Primero, porque la ventaja, aun cuando empieza a ser clara, no es definitiva. En las pasadas elecciones Zapatero se impuso a Rajoy por un margen mayor (4 puntos) y tiene que gobernar en precario y haciendo equilibrios. No puede pasar desapercibido, tampoco, que la distancia que se abre entre ambos partidos responde más a la caída del PSOE -que pierde ya 4,5 puntos respecto de las elecciones de 2008- que al crecimiento propio: el PP sólo gana desde entonces 2,7 puntos. Eso significa que Rajoy no termina de despegar, y percances como el de la corrupción o la división interna no le ayudan precisamente.
Hay otro dato de la encuesta que es crucial, y que revela que el PP no ha sabido generar todavía una alternativa que convenza y arrastre a los ciudadanos. Sólo el 33% de los españoles considera que Rajoy sería más eficaz contra la crisis que Zapatero. O lo que es lo mismo: para una clara mayoría, el líder del PP lo haría en el Gobierno igual o peor que su adversario. Así se explica que haya otras alternativas como las que representan IU o UPyD que se beneficien de buena parte de los apoyos que pierde el PSOE, apoyos que, quizás de otra manera, podrían recalar en el PP. El partido de Rosa Díez, de hecho, duplicaría hoy según el sondeo sus resultados de 2008.
Hay que tener en cuenta, por lo demás, que estamos en mitad de la legislatura, y quién sabe si en 2012, cuando haya que ir a las urnas, la situación económica es otra. Por eso, confiar en que la crisis derribará por sí sola a Zapatero es una lotería. Pero al presidente del Gobierno no sólo le pasa factura su errática política económica y por ello haría bien en escuchar más a la calle. La encuesta demuestra, por ejemplo, hasta qué punto su empecinamiento en sacar adelante una nueva ley del aborto disgusta a la sociedad: casi el 60% está en contra. No ha de pasar desapercibido, tampoco, que ese rechazo es mayor entre las propias mujeres que entre los hombres. Los ciudadanos son críticos, así mismo, con la actuación del Gobierno en el caso del chivatazo a ETA. Una mayoría considera que Interior no ha investigado lo bastante en pos de la verdad.
De la misma forma que Rajoy no debe fiarlo todo a la crisis, Zapatero se equivocará si confía en que Gürtel y el resto de casos de corrupción que afectan al PP acaben descartándolo como alternativa. Una conclusión del sondeo es que, para una mayoría (69%), la corrupción está instalada en todos los partidos y, por lo tanto, gran parte de su efecto electoral está ya descontado.