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   @José L.  Lobo.- 11/09/2009 06:00h 
     La número tres del PSOE, Leire  Pajín, ya no tendrá que beber el trago amargo de expulsar del  partido a su propia madre, la concejal de Benidorm Maite  Iraola, por pactar con un tránsfuga del PP para que los socialistas se  hagan con la alcaldía de la meca turística de la Costa Blanca.
En realidad, ni a la madre ni a la hija -ni por supuesto al  padre, José María Pajín, el hombre que, en la sombra, mueve los  principales hilos del socialismo en la Comunidad Valenciana- se les había pasado  por la cabeza un desenlace tan traumático. Y entre los tres han pactado, según  las fuentes consultadas por El Confidencial, la mejor solución para sus  intereses, que les permitirá desalojar al PP del ayuntamiento y evitar  la depuración masiva de los concejales díscolos.
Iraola y los otros 11 ediles socialistas de  Benidorm desobedecieron las órdenes de Ferraz y presentaron  ayer una moción de censura para echar al alcalde del PP, Manuel Pérez  Fenoll, con la ayuda imprescindible del tránsfuga popular  José Bañuls, una maniobra política que viola flagrantemente el  Pacto Antitransfuguismo suscrito por el PSOE.
Pero, para no desautorizar a Pajín ni forzarla a  cumplir su amenaza de expulsar a los rebeldes, el matrimono  Pajín ha pactado con su hija que los 12 concejales del PSOE se den de baja del  partido para evitar que Ferraz les abra expediente. Ya habrá tiempo en el  futuro, añaden las fuentes consultadas, de que pidan el  reingreso.
Chema Pajín, padre de la secretaria de Organización  del PSOE e íntimo amigo de José  Luis Rodríguez Zapatero, con el que comparte sus orígenes  leoneses, fue candidato a la alcaldía de Benidorm y secretario general  del partido en esa localidad alicantina hasta el año 2000, cuando fue  relevado en el cargo por su esposa, Maite Iraola, que dimitió el año pasado pero  sigue siendo concejala y portavoz adjunta en el Ayuntamiento  benidormí.
 Romero, Pla, Alarte...
      Pajín padre mantiene excelentes relaciones  tanto con los dos últimos secretarios generales del PSPV -Joan  Romero y Joan Ignasi Pla, a quienes prestó una  ayuda decisiva con los votos de la agrupación comarcal de la Marina Baixa, a la  que pertenece Benidorm- como con el actual, Jorge Alarte, a quien también llevó en volandas, hace ahora un año, a la cúpula  del partido. Con el beneplácito, claro está, de su poderosa hija, que por  entonces ya había ascendido a número tres del PSOE, sólo por debajo de  Zapatero y de José Blanco.
"Chema Pajín ya tenía mucho poder en el  PSPV antes de que Leire fuese siquiera diputada. Pero desde que  su hija es secretaria de Organización del partido hace y deshace a su antojo,  siempre desde la barrera", aseguran fuentes de los socialistas valencianos. "El  ascenso de Leire ha servido para afianzar su influencia, y su mayor preocupación  ahora es blindar a su hija. ¿Cómo iban a permitir él y la madre que la moción de  censura impulsada por ellos mismos dejara a su hija a los pies de los  caballos?".
La situación era muy embarazosa no sólo para los tres miembros del clan  Pajín, sino también para Ferraz y los socialistas de Benidorm. Los  dirigentes y militantes del partido en la localidad costera querían  recuperar la alcaldía que de forma tan humillante les arrebató en 1991  un entonces jovencísimo Eduardo Zaplana gracias, precisamente,  al voto de una concejal tránsfuga del PSOE, Maruja Sánchez.
La herida de aquella puñalada política aún no ha cicatrizado en el ya  de por sí magullado socialismo valenciano, cuya autoestima está por los  suelos después de 14 años ininterrumpidos de hacer oposición, primero a Zaplana  y ahora a Francisco Camps. Y la presión de las bases en  Benidorm para recuperar la alcaldía, aunque sea gracias a un tránsfuga del PP -o  precisamente gracias a él- y saltándose a la torera el Pacto Antitransfuguismo,  se había hecho insoportable en las últimas semanas.
¿Debía imperar la disciplina de partido y renunciar el PSOE de Benidorm  a presentar la moción de censura, como exigía Ferraz? ¿O era mejor mirar hacia  otro lado, vulnerar el Pacto Antitransfuguismo -al fin y al cabo,  argumentan los socialistas, el PP lo ha hecho muchas veces- y recuperar  la emblemática alcaldía de la ciudad costera, la quinta población de la  Comunidad Valenciana? Y sobre todo: ¿Cómo evitar que la autoridad de Leire  Pajín, que había amenazado públicamente con expulsar a los 12 concejales de  Benidorm, incluida su madre, si seguían adelante con la moción de censura,  resultase dañada?
Los padres de Pajín, con el visto bueno de su hija, creen haber hallado  la fórmula casi perfecta para resolver el dilema, y han  maniobrado en los últimos días para persuadir al grupo municipal socialista de  Benidorm de que ésa era la única solución posible: presentar la moción y, acto  seguido, pedir la baja en el partido.